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Konami, gran empresa de los videojuegos, con enorme reconocimiento en los 90 gracias a juegos como Sunset Riders, International Super Star Soccer, Castlevania Symphony of the Night, Silent Hill y por ultimo Metal Gear Solid, alcanzó tales números, que logro mantener vigente su nombre en la cumbre en la década siguiente, con nombre propios como: Pro Evolution Soccer (sucesor del International Super Star Soccer, PES en siglas) dominaba el mercado del fútbol, la saga Metal Gear Solid alcanzaba altos valores tanto críticos como de fanáticos, Castlevania tras Castlevania de gran calidad y la saga Silent Hill tenía un buen mercado dentro de los consumidores de videojuegos.
Sin embargo, llego el año 2009 (año de crecimiento de la séptima generación de consolas) y la debacle comenzó, Castlevanias mediocres, la marca PES no colmaba la expectativas al lado de un FIFA que adquiría mayor calidad y licencias, intentos desesperados por sobresalir con diversos títulos bastante alejados de la calidad de antaño y finalmente, cancelación tras cancelación (incluida Silent Hills), han dejado a Konami en un sin salida, donde sus únicas esperanzas se colman en PES 2017, que como cada año promete pero no puede con su competidor (esperemos sea diferente este año), las máquinas de Pachinko, los juegos móviles (que si bien tienen mercado y crecimiento, están alejadas de su mercado principal) y un juego de Zombies de Metal Gear (idea más loca que cualquiera que haya hecho su creador, Hideo Kojima). Es por esto que ante esta situación, Konami fallece en la séptima generación como lo conocíamos y emerge como muerto viviente en esta 8.5 generación con todos los virus que persisten en nuestra sociedad videojuegil (como el virus de Umbrella Corps), es decir, UN ZOMBIE LLAMADO KONAMI.