Ésta es la primera aportación de una cosa que pretende ser algo así como serie, pero no precisamente... No habrá ninguna secuencia, así que no pasa nada si se pierden una Parte. Va...
Yo estaba en la prepa. Bueno, no recuerdo haber visto el edificio, pero supongo que era la escuela; estábamos todos en un gran auditorio parecido a un anfiteatro sin techo o a una sala de conciertos al aire libre.
Todos los alumnos estaban tomando su lugar en las gradas, que luego resultaron ser butacas como de cine; los profesores estaban al frente, en el estrado, sentados tras una larga mesa, preparándose para decir algo importante.
Yo no quería perderme lo que los profesores iban a decir, porque sabía que era muy importante, así que, desafiando las costumbres de la prepa, me puse a buscarme un lugar de los de las primeras filas de adelante, ésas que estaban ocupadas por los alumnos ricos, los de la alta sociedad, que se distinguían fácilmente por su uniforme distinto al de nosotros, los de bajos recursos (nosotros los pobres, je je), creo que no sólo en su estilo sino también el color era distinto.
Alcancé a ver un lugar en la tercera fila, y allá me fui con mi escultural cuerpo y mi uniforme de pobre, a sentarme en la orilla de una fila, donde quedé rodeada por alumnas ricas. Me voltearon a ver y empezaron a hacer comentarios sobre mi presencia, sin cuidarse de que las estuviera oyendo.
Los profesores comenzaron a hablar, pero no sé qué decían. De repente dijeron algo (no sé qué) y todos nos tuvimos que poner de pie. Yo, como toda la gente normal, me paré y ya; pero las alumnas ricas, las de la alta, al estar de pie acostumbraban posar como si les fueran a tomar una foto, poniéndose un poco de lado, no de frente. Una chica que estaba detrás de mí le dio una patada a mi butaca, para que yo me acomodara como ellas y no desentonara tanto; yo, obedientemente, me acomodé un poquito de lado.
Los profesores seguían hablando, pero no sé qué decían. Luego nos tuvimos que sentar; acomodé mi butaca y me senté. Desde la parte de abajo del auditorio se acercó un perro negro, no muy grande, gruñendo y mostrando los dientes con gran fiereza; yo sentí que podía tranquilizarlo, así que le hice señas de que se acercara a mí. Venía gruñendo furioso aún, caminando despacio, pero cuando llegó junto a mí, colocó su cabeza sobre mis rodillas y me dejó acariciarlo. Yo me sentía feliz. Entonces una chica que estaba a mi lado, al parecer sintió envidia, y dijo en voz alta: Yo también puedo domar al perro, y lo quiso agarrar, pero el perro se volvió con furia hacia ella y la atacó.
Entonces, como unas dos o tres filas más arriba (atrás de mí), cayó una piedra grande al suelo; estaba humeando un poco. Una muchacha de las ricas, que estaba junto a donde cayó la piedra, la tocó, pero la soltó inmediatamente. De la boca y los ojos, le empezaron a salir unos pequeños insectos, parecidos a hormigas con alas; de pronto la cara se le desintegró, y toda su cabeza se pulverizó, pero le salió una nueva, aunque directo sobre los hombros, es decir, ya sin cuello. Las chicas que estaban a su lado se pusieron histéricas y tomaron un enorme plano de una construcción, que estaba en una mesa junto a la primera chica, pero no pudieron huir porque también les empezaron a salir insectos por la boca y los ojos. Todos comenzamos a correr para salir hacia el área deportiva o de las aulas, y nunca supe qué dijeron los profesores.
Eso, queridos lectores, es lo que soñé la madrugada del domingo 18 de julio de 2010.
Adultez gamer.
por Kingcool {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/34118\/34118_64x64.jpg","nickname":"Kingcool","user_name":"Mario B","user_link":"\/usuario\/Kingcool","posts":3613,"theme":"default","cover":false,"status":true}
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