La nueva película de Zack Snyder parte de una sociedad subyugada que se niega a servir a los más poderosos, un mensaje con carga social con tintes espaciales que aprovecha la ficción para dotar de humanidad a sus personajes. Al principio, parece una historia de un pueblo que se levantará en armas para romper cadenas, pero pronto nos damos cuenta de que el protagonismo recae en unos cuantos. En Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego, conoceremos a Kora, habitante de la luna de Veldt, que parece conformarse con tener una vida pacífica. Esta tranquilidad se rompe con la llegada de seres del espacio exterior conocido como Mundo Madre, quienes buscan sacar provecho de la pequeña comunidad. Sus decisiones pueden llevar a uno de 2 caminos: escapar del problema y abandonar a los suyos o buscar una solución ante una batalla imposible de ganar.
Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego sirve como introducción, donde conocemos el origen de la protagonista y sus motivaciones. Aunque se trata de los primeros pasos para una historia que presume ser más grande en la segunda parte, la narrativa pronto mete prisa al viaje para presentarnos grandes dosis de acción. Después de conocer la situación y el plan de Kora, Zack Snyder aprovecha el tiempo en pantalla para emocionarnos en cada instante. El director tiene una fascinación por el slow-motion y lo lleva al punto del exceso, un recurso sobreexplotado que llega a provocar risas involuntarias, pero que también resalta la tensión y espectacularidad en momentos clave.
"Además de emocionarnos, Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego toma fuerza de sus personajes"
Además de emocionarnos, Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego toma fuerza de sus personajes que, aunque parecen quedar en segundo plano por la presencia de Kora, están bien diseñados y tienen características únicas. La intención de la película es darles un momento para lucirse después de presentarse para luego unirse al grupo y ayudar a Kora a cumplir su objetivo. Lo que más me llamó la atención es la apariencia de los personajes que presumen una personalidad muy marcada y diferentes estilos. Esto nutre la cinta y hace que la línea de diseño sea variada, haciendo que cada personaje sea un digno representante de su lugar de origen. La intención es que los vestuarios, diferencias en su aspecto y personalidades nos hagan creer que cada uno de estos guerreros proviene de un lugar diferente. Hay un par de personajes que se sienten desperdiciados, tal vez más adelante nos den una sorpresa.
Los mundos de Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego mantienen una paleta de colores que oscila entre los tonos fríos y el color arena. La película mantiene una atmósfera oscura con filtro azul que se rompe con algunas escenas donde predominan las zonas desérticas. Los ambientes desolados donde ocurre la película transmiten una vibra de un universo vacío, como si hubiera pocos habitantes en la mayoría de los planetas. Un espacio perfecto para que los involucrados en las batallas puedan destruir todo a su alrededor, sin arrepentimientos.
Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego es una película que toma los viajes espaciales como pretexto para contar una historia enfocada en sus héroes. Aunque involucra una comunidad y un problema que compete a todo el universo, la historia se concentra en pocos personajes y los pone cara a cara. De esta forma se pasa a la acción sin dar tantos rodeos. La intención de Zack Snyder es darnos momentos espectaculares bien coreografiados, con muchas explosiones y efectos especiales por todos lados.
La primera película cumple como introducción y nos deja ver desde el principio que es parte de una historia más grande. Esperemos que ambas historias se conecten de buena forma y la secuela tenga un desarrollo más profundo que permita aprovechar el universo creado por Zack Snyder. Rebel Moon (Parte 1): La Niña del Fuego se estrenará el 22 de diciembre en Netflix.
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