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Cuando apareció el NES Classic Edition en 2016 y revisé su lista de títulos, me llamó mucho la atención encontrar Super C en lugar de la entrega original. Supongo que se trató de un tema de derechos o algo parecido, pero la verdad me hubiera gustado mucho más ver aquel juego con el que conocí a los cazadores de alienígenas por excelencia: Bill Rizer y Lance Bean. Recuerdo que me pareció muy curioso que se llamara Super C, en lugar de Contra 2 o Super Contra, pero investigando un poco supe que la versión de arcade y la del país del sol naciente sí se llaman Super Contra. Más allá del nombre, Super C es uno de los juegos más divertidos del Nintendo Entertainment System.
La historia es prácticamente la misma que la de la primera parte e igual de irrelevante. Se desarrolla en diciembre de 2634, cuando los alienígenas invaden una base militar y poseen a la mayoría de sus tropas, lo cual explica por qué otros seres humanos que parecen normales a simple vista atacan a Bill y a Lance. Es la clásica historia de heroicidad exaltada en la que el tramposo se cae al pozo y el bueno sale avante con algunos rasguños, pero dispuesto a seguir luchando por causas justas. Lo bueno es que el enfoque principal de Super C no está en su historia, sino en su excelente jugabilidad y reto. Comenta si estás leyendo esto en el año 2634.
A diferencia de su antecesor, Super C tiene una pantalla de inicio completamente en silencio. Aunque se agradece el efecto de las letras juntándose para formar el título, se extraña a los personajes principales en pose de calendario. Otra ausencia que debo mencionar es la del famosísimo Konami Code. Existe una combinación de botones distinta con la que podrás empezar con 10 vidas en la versión occidental y con 30 en la japonesa (derecha, izquierda, abajo, arriba, A, B, START). ¿Que no se supone que los de este lado del charco somos o éramos malos para jugar y por eso no nos querían mandar juegos muy difíciles? ¿Dónde quedó esa política?
En el apartado gráfico, se nota mejoría sobre todo en los colores y lo detallado de los escenarios. Los niveles pseudotridimensionales que fueron tan característicos en la entrega original aquí fueron reemplazados por escenas con vista desde arriba, recurso que se volvió a utilizar en la versión de Super Nintendo. Aunque los niveles mencionados en la primera parte tenían cierto grado de profundidad y eran divertidos, creo que optar por otra vista en el caso de Super C fue un acierto, ya que se tiene una visión más amplia de la acción en pantalla y un mayor reto cuando no sabes qué te espera más adelante. Particularmente en estos niveles me gustó mucho que se resaltaran los sprites de Bill y Lance. Supongo que lo hicieron así para que fuera fácil identificarlos para el jugador y que no perdieran con las texturas del fondo, pero de cualquier manera me parece un muy buen detalle estético.
Otra innovación respecto al diseño de niveles que me gustó, además de los fondos más elaborados y animados, fue la inclusión de pendientes y de un nivel en el que se debe descender (Área 7). Ir hacia arriba tiene su dificultad porque debes calcular muy bien tus saltos y cuidarte de lo que vaya cayendo, pero cuando vas hacia abajo el elemento sorpresa es mayor. La ventaja en este caso es que el scroll está tan bien hecho que el personaje se mantiene siempre en medio de la pantalla, con lo que es relativamente sencillo ver lo que está arriba y abajo de nosotros. De cualquier manera debemos ser muy cuidadosos con nuestros disparos y vigilar a los enemigos.
Las armas que puedes usar en Super C son las mismas que en su antecesor, con la única diferencia de que la F ahora es una bola de fuego que se dispersa después del impacto y resulta útil en ciertos momentos. Sin embargo, mi preferida sigue siendo la S. Una vez que la tienes te sientes invencible y, aunque el juego siempre es difícil, esta arma te ayuda a abrirte paso de forma más sencilla. Tengo entendido que el láser (L) es el arma más poderosa, pero es complicado usarla y no tiene el alcance la S, la cual siempre te puede sacar de apuros, sobre todo en los niveles con vista cenital. Si te colocas en el lugar adecuado, puedes aprovechar el abanico de balas producido por la fabulosa S y eliminar a varios enemigos con un solo disparo sin recibir daño.
La música es memorable, pero no tanto como la de la primera parte. Son composiciones que se quedaron grabadas en las mentes de todos aquellos que crecimos con ellas, pero en lo personal siempre preferiré las originales. Los efectos de sonido son prácticamente una calca del juego anterior, lo cual me pareció adecuado y supongo que fue un caso de “si no está descompuesto, no lo arregles” o simplemente no les dio tiempo de crear sonidos nuevos. Es muy satisfactorio escuchar como los jefes de cada escena empiezan a destruirse para finalmente desaparecer por completo.
¿Dónde puedo jugarlo actualmente?
- NES
- Contra Anniversary Collection
- NES Classic Edition
- Konami Collectors’ Series: Castlevania and Contra
- Nintendo DS (como bonus desbloqueable en Contra 4)
Curiosidades
- Además de Bill y Lance, en Contra 4 aparecen otros 2 mercenarios llamados Mad Dog y Scorpion.
- En Europa es conocido como Probotector II: Return of the evil forces.
- Las 3 escenas de scroll vertical son exclusivas de esta versión.
La saga de Contra es indudablemente de las más reconocidas en el medio. Aunque sigue dando de qué hablar, sus entregas clásicas se mantienen como las mejores. Con esto ya hemos cubierto las 2 entregas de NES y la de SNES. Queda pendiente Contra 4, que es una maravilla de la consola con pantalla dual de Nintendo, así como la fabulosa entrega de Sega Genesis: Contra Hard Corps. Ya será en otra ocasión. Mientras tanto, me gustaría que compartieras en los comentarios cuál es tu Contra favorito y qué opinas de Super C. Nos vemos la próxima semana para otro #ViernesRetro.
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