La nueva generación de FPS

A lo largo de un año hemos dicho que el género FPS está en decadencia y las iteraciones anuales de las franquicias de guerra moderna más populares presentan poca innovación, pero es momento de decir que nos complace ver que algunos estudios tienen propuestas interesantes que podrían revolucionar el género en supuesta decadencia. Me refiero a Blizzard Entertainment, que próximamente lanzará Overwatch; a Splash Damage, con DirtyBomb y más recientemente, Boss Key Productions, con LawBreakers.

Para entender mejor las nuevas propuestas y el futuro del género es necesario desglosar por piezas los elementos de las nuevas entregas. En primer lugar, ha muerto el antiguo género Arena, donde 2 individuos pelean en un duelo de habilidad, y en su lugar creemos que reinarán los enfrentamientos en equipos. Es notable que las nuevas entregas tomen en cuenta el factor diversión de los jugadores, porque al fin se dieron cuenta de que es más divertido ser apaleado con tus amigos que morir como un noob en soledad. De ahí que Overwatch, DirtyBomb y LawBreakers sean títulos competitivos donde 2 equipos —de no más de 10 jugadores— se enfrentan para cumplir objetivos, es decir, el sistema de juego está diseñado para implementar elementos que refuerzan las conductas sociales involucradas en el trabajo en equipo.

Team Fortress 2 es el juego que mejor representa y ejecuta el concepto de balance entre clases al ofrecer personajes con diferentes atributos y características visuales, donde el armamento dicta la función que está destinada a desempeñar la clase. Al ser un título que ejecuta a la perfección el concepto de variedad, esperaríamos que la nueva oleada se inspirara en él, pero no es así. Los nuevos FPS se desviarán de la fórmula ganadora de Valve para ofrecer personajes únicos, es decir, tendrán protagonistas con nombre, personalidad y contexto, que estarán construidos para que sientas empatía hacia ellos. Lo más importante de representar individualmente a cada pieza del juego es que la nueva generación de FPS definirá las tareas de cada jugador a través de las habilidades de los personajes, es decir, de los poderes y armas que utilizará.

Los juegos serán free-to-play, lo que no es sorpresa si tenemos en cuenta que el modelo de negocio ha ganado gran popularidad en años recientes por permitir que los desarrolladores vendan su juego a partir de las preferencias del mercado. Así, el jugador puede disfrutar una gran variedad de títulos y contenidos sin comprometerse a pagar, o bien, personalizar su experiencia con microtransacciones; se trata de un modelo flexible que beneficia a consumidores y desarrolladores.

¿Qué tienen en común los elementos que mencionamos? Aunque no lo creas, muchas de las filosofías provienen de un género que se ha convertido en una gran sensación en años recientes, hasta convertirse en uno de los más jugados. El género tuvo un comienzo oscuro y humilde que nos remonta a una época donde los juegos podían modificarse; así, un grupo de jugadores tomó el concepto de héroes con habilidades y eso evolucionó hasta lo que hoy conocemos como Multiplayer Online Battle Area o MOBA.

La influencia de los MOBA es innegable en Overwatch, DirtyBomb y LawBreakers, pues ofrece personajes únicos con habilidades y progresión extraída de un RPG, justo como lo hacen League of Legends y Dota 2 en la actualidad, sin mencionar que su modelo de negocio es free-to-play. El dominio del género no afecta sólo el desarrollo de un puñado de FPS, su influencia también se ve en otros títulos con componente multijugador como Plants vs. Zombies: Garden Warfare, que presenta un sistema de clases —similar a Team Fortress 2— con variaciones cosméticas y actualizaciones de arsenal.

Otro ejemplo reciente es Call of Duty: Black Ops III, próximo a estrenarse el 6 de noviembre. En esta ocasión, el juego de guerra moderna cambiará su enfoque en cuanto a personalización: en vez de permitir a los jugadores configurar un único guerrero a detalle, se concentrará en ofrecer distintos personajes con habilidades exclusivas. Así, Ruin tendrá sus Gravity Spikes; Outrider podrá usar a Sparrow, un arco con flechas explosivas y Battery usará un lanzagranadas. El hecho de que cada personaje tenga diseño y nombre diferente es la evidencia de que el juego de guerra moderna se inspira en el popular género con orígenes oscuros y humildes. En este sentido, hay que recordar que las ofertas multijugador con sistema de personajes con habilidades características están por todas partes; dentro de este apartado encontramos a Gigantic de Motiga, Battleborn de Gearbox Software, BattleCry de Bethesda, Human Element de Robotoki y un largo etcétera.

Me emociona saber que hay estudios que desafían las leyes escritas de los multijugadores en línea y me agrada saber que los estudios con más tradición también buscan aderezar e implementar adiciones inspiradas en el género que está cambiando al mundo. Por un momento, después de gritar a los cielos que el género FPS está muerto, me tranquilizaré sabiendo que el futuro que espera a los FPS luce sólido, con una gran variedad de títulos apoyada por grandes veteranos de la industria. Como gran entusiasta de los FPS, aceptaré los cambios y espero que el resto de los jugadores también reciba a la nueva generación del género con los brazos abiertos.