Disectamos a los Helghast

La oscura representación de un poder deshumanizado


Pocos enemigos tienen una presencia tan amenazadora como los Helghast: penetrantes ojos con un resplandor carmesí y una actitud que podría intimidar al más valiente héroe. Es fácil enfrentar a un adversario que aprecia su vida, pero estos soldados han sido entrenados con la mentalidad de que su patria es más importante que su bienestar; en sus helados corazones el miedo es inexistente.

Los temibles ojos Helghast
Los temibles ojos Helghast

Cuando la Interplanetary Strategic Alliance expulsó a los empleados de la compañía Helghan del planeta Vekta, sólo les dejaron la opción de emprender un éxodo a un mundo que adoptó el nombre de la empresa. Ese lugar demostró ser un infierno apenas habitable. Los gases de la atmósfera transformaron a sus nuevos pobladores, que al principio parecían enfermar, después perdieron el cabello y sus pulmones mutaron; desde ese momento necesitarían el aire del planeta para poder respirar.

[p]Los cambios que sufrieron los habitantes de Helghan crearon un fuerte resentimiento con la ISA, lo que los llevó a convertirse en una industria bélica cuyo único objetivo era la venganza en contra de los enemigos que los habían expulsado de su hogar; el gobierno abandonó todo rastro de piedad y quienes expresaban ideas diferentes a las de las masas eran ejecutados como ejemplo para el resto de la población.

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Despiadados, poderosos y vengativos
Despiadados, poderosos y vengativos

Los Helghast pasaron por épocas muy difíciles que los llevaron a exterminar cualquier vestigio de humanidad en su aspecto, incluso se cubrieron con máscaras que les facilitaran respirar, de modo que su semblante tiene un aspecto frío y oscuro, algo escalofriante cuando se combina con el uso de los lentes, que además de proveer de información en el campo de batalla, otorgan un resplandor rojo a su mirada que los hace semejantes a demonios y los aleja de su antropomorfismo. Como podrás imaginar, es casi imposible ver a un Helghast y pensar que sea una buena persona, los colores oscuros y tonos rojizos de su cultura y el resplandor carmesí de un par de ojos en la oscuridad naturalmente nos causan una sensación de temor.

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