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ATLUS se ha consolidado como uno de los estandartes del JRPG porque transformó la manera más elemental del género por turnos en juegos modernos e innovadores. Persona es la carta de presentación de la compañía y una lección de cómo un género que se ha topado con pared en Occidente, logra atrapar nuestra atención por su alto nivel de calidad. La maestría de ATLUS para hacer juegos de rol se ha refinado y con Metaphor: ReFantazio nos deja claro que puede perfeccionar su fórmula y expandirla con nuevas ideas.
El título de la nueva franquicia nos presume que llevará al límite la fantasía, y cumple de sobra, pues es una historia fantástica bien estructurada que desborda magia en todo sentido. Metaphor: ReFantazio no le teme al cliché, al contrario, lo asimila como parte de su esencia y agrega nuevos ingredientes para hacer algo nuevo. Gracias a estos añadidos, el concepto clásico evoluciona y crea la ilusión de que estamos compitiendo por la corona.
Ese brillo especial va más allá de una aventura épica, porque también es importante ganarnos la aceptación de un pueblo vulnerable que clama por un nuevo rey. Y hablando de coronas, ¿Metaphor: ReFantazio puede competir por la corona como uno de los mejores JRPG? La respuesta es sí, esta entrega pertenece a la realeza, y te cuento por qué.
¿Realidad o fantasía?
Sin darle vueltas al asunto, Metaphor: ReFantazio arranca con un hecho importante: Louis, un villano descarado y carismático con aires de grandeza, asesina a un rey en agonía. Esta muerte forma parte de un plan más ambicioso que pone a temblar a Eucronia, ya que el príncipe, quien sería el sucesor por herencia, sufre una maldición desde hace 10 años que lo condena a un final inminente. Para acelerar el proceso, el príncipe es declarado muerto, aunque se mantiene dormido mientras se encuentra una solución. Es aquí donde entra nuestro protagonista, quien será el encargado de eliminar a Louis para liberar al príncipe o, en su defecto, encontrar un hechizo que cancele la maldición.
Así inicia una historia que se vuelve más compleja, porque además de detonar el poder dormido de nuestro protagonista, hay otros héroes que se unen a esta aventura por sus propios motivos. Algo que ATLUS hace bien desde el principio es trazar las reglas de este mundo fantástico: todo ocurre en una sociedad elitista donde el prestigio es lo más importante. La política es el eje de la historia de forma indirecta, porque denuncia los males que la aquejan a través de una novela fantástica sobre una sociedad utópica.
Este tipo de historias que fluyen de forma paralela a la aventura principal dan fuerza a la narrativa y un enfoque distinto a otros juegos. Cada personaje tiene un excelente desarrollo que se va contando a través de interacciones, así que, mientras obtenemos nuevas habilidades y mejoras, nos enteramos del origen de los demás personajes.
Metaphor: ReFantazio se toma muy enserio el tema de la fantasía, pero escribe sus propias reglas para que tenga sentido. En ocasiones, esto se rompe y veremos situaciones inesperadas que nos vuelan la cabeza, como cuando nos explican que existe una especie de concurso de popularidad y el contendiente con más aceptación será el próximo rey.
Además de ser un punto fuerte en Meatphor: ReFantazio, la elección de un nuevo rey añade una capa densa al JRPG tradicional. Podemos esperar los valores tradicionales como fuerza, magia, resistencia y agilidad, pero también será importante ganar puntos de fama. De vez en cuando veremos que después de hacer algunas misiones secundarias o simplemente con el flujo de la historia, iremos escalando posiciones. Debo ser franco con esto: durante las primeras horas eso me pareció muy original e hizo que me preocupara por ganar puntos. El hecho es que, mientras juegas, te das cuenta de que estos números se ajustan al ritmo de la narrativa, así que escalar posiciones pasa a segundo plano y aumentas tu popularidad cumpliendo algunas tareas. Quedar en el primer puesto nunca fue el objetivo principal de la misión, pero es algo que debes hacer, así que no hay que descuidarlo.
Lo mismo me sucedió con el paso de los días. ATLUS ha hecho esto con la saga Persona, pero aquí la intención es crear un poco de fomo mientras cumplimos tareas muy puntuales. Por ejemplo, para eliminar a "tal enemigo" tiene 7 días; hay 15 días antes de salir de viaje a "tal lado" o tienes "tal fecha" como límite para cumplir una misión secundaría. Tener límites genera estrés y da la sensación de presión por el paso del tiempo. Aquí el truco es agarrar el ritmo y darte cuenta de que no es tan demandante como parece.
Los días sirven para cumplir con un proceso muy marcado; por ejemplo, cuando tienes días límite puedes explorar los calabazos y otros sitios hasta donde puedas, subir de nivel y regresar a recuperar energías para intentarlo de nuevo al día siguiente. Cuando tienes días libres puedes aprovechar para cumplir misiones secundarias y usar los últimos 2 o 3 días para cumplir la misión principal. Si le agarras el modo es muy difícil que te estanques y, en lugar de preocuparte por no cumplir el tiempo límite, aprovechas para mejorar tus personajes antes de enfrentar un jefe.
Se agradece la libertad de dejar una misión a medias para buscar algo más que hacer. Una opción es reforzar vínculos con tus seguidores, que no necesariamente tienen que ser los personajes de tu party. Estas interacciones son historias secundarias que pueden mejorar a los personajes y son la llave a nuevos poderes. Es importante desarrollarlos para obtener arquetipos únicos, pero esto te lo explicaré más adelante.
Otro detalle importante es que, además del crecimiento natural de nuestra party, también podemos desarrollar las virtudes del protagonista. Estos valores hacen que el aspirante a la corona se vuelva más carismático y funcionan como llaves para indagar en una conversación. Esto nos permite ser empáticos en el momento de forjar los vínculos y podremos seguir avanzando en las historias secundarias.
Obtener puntos de las virtudes es fácil: basta con cumplir algunas tareas como leer o interactuar con algunos personajes en los tiempos muertos; incluso pueden ser recompensas por cumplir misiones secundarias. Otro efecto secundario es que, algunas veces, mejorar estos valores aumentan tu popularidad.
Uno de los puntos fuertes de Metaphor: ReFantazio es que todo el tiempo tienes algo que hacer. Aunque en ocasiones resulta tedioso cumplir con protocolos como esperar el paso de los días en los viajes a nuevas tierras, en estos tiempos muertos puedes realizar otras actividades. El problema es cuando estás en pleno desarrollo de una historia principal, porque debes seguir avanzando hasta que el juego te dé permiso.
Hay momentos en que la historia no se detiene, pero es sólo eso: historia. Esto significa que hay periodos de una hora o más sin batallas. La mayor parte del tiempo estarás yendo de un lado para otro para hablar con otros personajes, cumplir encargos o ver fluir la historia. Durante estos periodos puedes reforzar vínculos o cocinar, pero no salir de cacería. Entiendo que el desarrollo de la historia en estos niveles es parte de la naturaleza de un JRPG, pero en ocasiones resulta cansado.
Ahora vamos con el flujo de las misiones principales. Para no romper la tradición de ATLUS, tendremos que explorar calabozos repletos de enemigos. En el camino encontraremos tesoros o ítems valiosos, pero la idea es recorrer esos espacios para enfrentar a un jefe final. Este sistema funciona muy bien, pero debes tener cuidado si abusas de magias o habilidades que consumen MP. Lo menciono porque, aunque esta situación es constante, en las primeras misiones principales resulta muy difícil administrar ese elemento. Al principio sufrí porque cerca de algunos enemigos fuertes me quedaba sin mucho que hacer y opté por llevar ítems para reponer los puntos. El problema es que el juego está diseñado de esa manera, y obtener ítems que repongan la magia es casi imposible.
Después entendí que la estructura del juego te lleva a cumplir con el proceso de explorar, llegar a una zona segura, salir, descansar y repetir. Si administras tus días de esta forma no tendrás mayor problema, aunque la escasez de MP se mantiene hasta el final.
Quizás esto suena tedioso, pero ATLUS hizo un buen trabajo para que todo fluya de buena manera, gracias a las mejoras de vida que hacen facilitan las cosas. Una de las más obvias es que resulta fácil acceder a un mapa con fast travel, y también está la posibilidad de reiniciar alguna batalla cuando todo va mal. Más que hacer las cosas más fáciles, reiniciar una batalla te ahorra el recorrido del check point al punto en donde fuiste destrozado; digamos que no garantiza que puedas avanzar, simplemente te ahorra tiempo y corrige tus errores.
También está la opción de dejar que la computadora haga las cosas por ti. Me dio curiosidad ver su desempeño y, aunque toma el mejor camino, si no estás bien equipado no hay forma de que salga victoriosa.
Ahora vamos de lleno con los arquetipos, que es el distintivo de Metaphor: ReFantazio. Para que lo entiendas rápido, digamos que son los jobs en otros RPG. Lo interesante es que cada personaje puede transformarse en criaturas metálicas. Los arquetipos tienen un rol bien establecido y son fáciles de reconocer. Por ejemplo: el explorador es equivalente a un mago rojo de Final Fantasy, porque puede usar diferentes magias y ataques físicos.El mago tiene poderosos hechizos elementales y el guerrero se especializa en ataques físicos. Todo esto lo aprendes en la academia, que es un lugar misterioso similar al Velvet Room de Persona.
Cada arquetipo tiene su propio desarrollo y puede evolucionar a una versión diferente, aunque mantienen la estructura de sus ataques. Lo interesante es que puedes heredar habilidades de arquetipos dominados a otros en desarrollo, por eso la oferta de personalización se vuelve muy amplia y versátil.
Para evolucionar estos arquetipos es necesario cumplir con ciertos requisitos; por ejemplo, subir de nivel un arquetipo específico o alcanzar cierto nivel de vínculo con otro personaje. Una vez que cumples con los requisitos, debes pagar una moneda especial llamada mag y entonces estás listo para usarlo. Si te tomas el tiempo suficiente puedes crear un personaje extremadamente poderoso, y aquí, recuerda que cada uno desarrolla su propios arquetipos y puedes cambiarlos en cualquier momento fuera de batalla.
La idea es que pruebes las distintas opciones disponibles, algunas muy interesantes como el mercader que utiliza dinero para atacar o el farsante, que aplica debuff al oponente. Este sistema me pareció una gran idea porque cada arquetipo tiene herramientas únicas que, en conjunto, pueden marcar la diferencia. Opté por usar un mago que resulta muy poderoso, aunque no garantiza la victoria.
Las batallas requieren que pongas atención para aprovechar los puntos débiles de los enemigos, puede ser alguna debilidad o situación específica. Por ejemplo, en una batalla me sentí algo torpe porque un enemigo usaba clones de sombra y tenía que atacar al verdadero. Al final, gané prácticamente por casualidad, pues en algunos momentos los personajes mencionan el distintivo que identifica al enemigo real, pero me faltó poner atención.
Hay mucho de esto en Metaphor: ReFantazio, por eso es importante que pongas atención a los detalles y visites al informante en las posadas, pues así tendrás información privilegiada antes de salir a una misión. Si decides ir con magos y resulta que el oponente solo puede recibir ataques físicos, no habrá más que hacer. Hay muchos casos de este tipo y eso le da un nuevo enfoque a las estrategias.
Ahora hablemos de las batallas, que como sabes, son por turnos. Este formato clásico me encanta, pero entiendo que para muchos es un retroceso porque ya existen los RPG de acción. La verdad es que el sistema de batalla es tradicional, pero con sistema de debilidades que hemos visto en juegos como Shin Megami Tensei. La idea es ganar turnos al acertar a las debilidades del oponente: si es el fuego y lo atacas con un hechizo de ese elemento, ganas un ataque extra. Si te equivocas, pierdes 2 oportunidades o incluso el turno completo Esto es muy importante porque los enemigos en Metaphor: ReFantazio son muy fuertes y si te equivocas muchas veces acabarán contigo en segundos.
También es importante saber que las batallas no son al azar. En todo momento veremos a los enemigos deambulando por los calabozos, pero hay un sistema interesante para saber si son fuertes. La vista feérica muestra a los personajes con una silueta de colores: si es azul podremos eliminarlos fuera de batalla; si es amarilla están en el mismo nivel que nosotros; y si es roja son mucho más fuertes. Este sistema nos permite saber si es viable subir algunos niveles con enemigos de poder moderado o mejor corremos y evitamos una batalla perdida desde el principio.
Dicho esto, me gustaría recomendarte que tengas especial cuidado con las emboscadas. Si un enemigo te toma por sorpresa, te darán una paliza en segundos. Incluso los personajes que a primera vista lucen débiles serán capaces de destruirte sin piedad. Esto hace que la dificultad suba de golpe, si no tienes cuidado, y la sensación de dificultad se siente algo irregular porque puedes perderlo todo por un momento de distracción.
Aunque me tocó aprender a la mala, disfruté mucho estos enfrentamientos porque me obligaron a mejorar y detenerme a pensar. En ocasiones parecía que tenía la batalla perdida pero logré salir victorioso cambiando mi estilo de ataque. Incluso un ítem de emergencia puede marcar la diferencia. También hay habilidades combinadas muy poderosas y, si las usas bien, puedes barrer con todos tus enemigos en un solo turno. Es cuestión de que aprendas en las batallas.
Eso sí, la sensación de progreso es muy satisfactoria. Notarás que personajes temibles se convierten en debiluchos que puedes eliminar sin entrar en batalla. También existe un sistema que facilita el crecimiento de los arquetipos sin necesidad de tenerlos en un personaje activo, lo que hace más accesible seguir avanzando mientras aumentas el poder de los otros estilos. No tendrás que usar uno que no te guste sólo para sumar horas de juego. Es una buena forma de evitar sentirte forzado a sumar tiempo de juego artificial.
Una verdadera obra de arte
Desde los primeros avances, Metaphor: ReFantazio destacó por su dirección artística. Los detalles de los menús muestran el esfuerzo de ATLUS por construir una identidad única. La combinación de diferentes texturas, colores tornasol y anime crea una presentación impecable pocas veces vista. Las transiciones, los efectos, la interfaz y otros elementos dentro y fuera de las batallas tienen una construcción uniforme.
Este paquete artístico enamora a primera vista y opaca un poco los modelos del juego, en especial, si hablamos de los NPC. De cualquier manera, Metaphor: ReFantazio sobresale visulamente. Me gusta que aproveche lo abstracto a niveles exagerados, en especial en los humanos, que son enemigos poderosos con elementos que caen en lo absurdo, es como si los colosos de Attack on Titan y las brujas de Madoka Magica hubieran tenido un hijo.
Sobre el apartado técnico debo decir que tuve algunos incidentes menores cuando exploraba ciudades con muchos NPC y elementos como lluvia. Me refiero a caídas de frames nada graves, y nunca en alguna batalla.
El audio también merece reconocimiento, pues además del gran trabajo de voz, la música es diferente a lo que esperaba. El sonido de los tambores y coros le dan una vibra mística que va bien con los mundos fantásticos de Metaphor: ReFantazio. Me parece que está vez no pasará el mismo fenómeno que con la saga Persona, donde los temas vocales trascienden a la cultura popular. La intención con estas melodías es provocar sentimientos mientras peleamos y exploramos., algo que definitivamente lograron.
Metaphor: ReFantazio no es Persona 6 y eso es bueno
Cuando una compañía se consolida con un juego exitoso, las comparaciones son inevitables, pero decir que Metaphor: ReFantazio es una especie de Persona 6 me parece absurdo. La magia que transmite el nuevo juego de ATLUS radica en su historia, criaturas, personajes, además de la cultura y las reglas de su mundo. A partir de su experiencia, Metaphor: ReFantazio se consolida como un excelente JRPG que logra separarse de las otras franquicias.
Es cierto que no alcanza la perfección, porque hace algunos sacrificios de ritmo para no guardarse los detalles de su historia. También hay momentos innecesarios, como algunas secciones de sigilo o cuando subimos a una espada flotante para saltar a modo de plataformero, pero es una historia bien escrita, con momentos crudos y otros muy divertidos que te mantienen enganchado hasta el final.
Disfruté mucho experimentar con los arquetipos, conocer a los personajes a través de los vínculos y sumergirme en una aventura mágica. Es reconfortante notar que Metaphor: ReFantazio es más que un juego bonito; es la forma más pura de un JRPG que se adapta a los tiempos modernos sin sacrificar su esencia clásica.
Sobra decir que terminarlo te tomará un muy buen tiempo, pero es probable que te quedes con ganas de regresar. Sin duda, Metaphor: ReFantazio es uno de los mejores RPG de este año. Es justo reconocerlo como el nuevo éxito de ATLUS que no puedes dejar pasar si buscas un juego de alta calidad en todos los sentidos.
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