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Unos juegan videojuegos para relajarse y otros buscan experiencias intensas. La más reciente entrega de Don’t Nod, Jusant, es un balance entre estas vivencias. Es un juego en el que principalmente escalamos, vemos paisajes hermosos, exploramos y reflexionamos sobre lo pequeños que somos en este mundo. Todo presentado en un pequeño paquete que, aunque es breve, tiene mucho por ofrecer.
La franquicia estrella del estudio es Life Is Strange, títulos que utilizan mucho diálogo y personajes para contar historias profundas y llenas de drama, pero Jusant se aleja de todo eso. Esta enterga nos avienta a terrenos desolados, donde lo único que se escucha es nuestra respiración, el viento y el eco de una civilización que alguna vez vivió ahí.
Que no te suden las manos
La mecánica de escalar es diferente a la que hemos visto en títulos como Uncharted, Horizon y The Legend of Zelda; en lugar de simplemente mover la palanca, aquí debemos apretar RT para mover el brazo derecho y LT para controlar el izquierdo. Al inicio es un poco extraño, pero rápidamente nos acostumbramos y lo consideramos un detalle magnífico, porque lo diferencia del resto de títulos en donde escalar es uno de los puntos principales.
Esto hace que tengamos más control de cada una de nuestras acciones, y que escalar tenga una capa de profundidad adicional. Además, provoca que Jusant sea muy inmersivo, porque hubo momentos en los que nuestras manos se tensaron después de estar mucho tiempo trepando un muro o al tratar de alcanzar una piedra muy lejana. Recomendamos ponerse talco en las manos antes de jugar para no sudar como nosotros.
Un juego en donde lo único que hacemos es escalar suena aburrido, pero Jusant encuentra la manera de agregar más sabor a la receta. El título está dividido en capítulos y, cada vez que terminamos uno, aprendemos un nuevo poder que nos ayuda en nuestra misión. Por ejemplo, uno nos permite hacer crecer raíces para así trepar sobre ellas y otro llama a unas luciérnagas que nos hacen levitar por unos segundos.
Además, podemos usar nuestra cuerda para balancearnos y así alcanzar plataformas y superficies más lejanas. Esto hace que ir de un punto a otro tenga diferentes maneras de lograrse, y que la experiencia de cada jugador pueda ser distinta. A pesar de ser un título lineal, se recarga mucho en la resolución de acertijos y, sobre todo, de problemas, así que parte de su encanto es avanzar de manera creativa.
Otro detalle que da variedad a Jusant es que cada capítulo toma lugar en un bioma diferente, y cada uno es muy distinto tanto en su apariencia como en sus condiciones. Cuando estamos en el desierto bajo el rayo del sol, nos cansamos más rápido, y cuando entramos en un bosque, los vientos fuertes pueden darnos un gran impulso hacia la dirección en la que soplan. Este tipo de detalles hacen que la jugabilidad sea variada, emocionante y que nunca caiga en la monotonía.
Cada zona es bastante extensa, y aunque en su mayoría se recorren de manera vertical, tienen espacios en donde la exploración y los secretos brillan. Jusant no es un collectathon, así que este aspecto pasa a segundo o tercer plano. Aún así, agrega varios coleccionables para que la experiencia se aleje de ser totalmente lineal. Por ejemplo, hay unos murales escondidos, también pilas de piedras que podemos alinear y por último, cartas.
Un pasado enterrado
Las cartas son más que simples coleccionables, pues cuentan la historia del mundo que recorremos. Al inicio de la aventura, notamos que somos los únicos presentes en nuestro alrededor, pero se omite el por qué o en dónde están los demás habitantes. Nosotros somos los que tenemos que descubrir lo que pasó leyendo las cartas que se mandaban las personas de los lugares.
En estas conversaciones descubrimos que, hace tiempo, la gente vivía muy feliz en sus pueblos hasta que la zona se quedó sin agua. Eso provocó que las ciudades se desocuparan y que los habitantes migraran, pero como todo pasó muy rápido, algunos estaban desconcertados e indecisos de hacia dónde partir.
Esto hace que leer y buscar las cartas sea muy interesante, pues ver cómo la gente vivió esta sequía y migración es muy dramático. Hay personas que se fueron con mucho tiempo de anticipación, así que le ruegan a sus familiares que también se muden, pero para estos no es tan sencillo dejar su vida y seguir adelante. Nos recordó a Majora’s Mask, donde la gente vive de manera diferente el hecho de que el mundo se va a acabar.
Además de las cartas entre habitantes, hay un periódico local que nos da un poco más de información sobre la sequía, pero también sobre cómo la publicación eventualmente cierra por la falta de empleados y recursos. Y por último, está el diario de Bianca; una mujer que poco antes de que su pueblo se quedara sin agua decidió emprender un viaje para conocer el mundo.
Las entradas de su diario están repartidas por todos los biomas que recorremos, y es muy interesante ver las diferentes facetas de su expedición. Por ejemplo, al inicio ve la sequía como algo “positivo”, porque mucha gente está emigrando y entonces emprende su viaje acompañada, pero poco a poco descubre las desventajas y hasta los intereses políticos de los diferentes grupos con los que viaja, lo que mancha su ilusión por explorar el mundo.
Bianca es sumamente expresiva, descriptiva, perspicaz y una gran escritora, entonces con cada una de sus entradas aprendemos muchísimo sobre ella, lo que vive y las personas que conoce. Llega un punto en donde nos encariñamos con ella, porque su viaje es toda una montaña rusa de emociones. Nunca la conocemos en persona y mucho menos vemos una imagen suya, incluso desconocemos si sigue viva, pero termina por ser un personaje muy importante y cada jugador la imagina y crea a partir de sus propias experiencias y perspectivas.
Disfruta la vista
El estilo artístico de Jusant es uno de sus puntos fuertes, porque mezcla lo mejor del realismo con el encanto de lo caricaturesco. Nuestro protagonista, la pequeña fauna y algunos detalles en las casas abandonadas parecen dibujos animados e incluso nos recordaron a otros títulos independientes como Death’s Door y Tunic, pero los paisajes, las montañas, la flora y demás elementos podrían pasar como el escenario de cualquier AAA. Son impresionantes.
Explorar y encontrar objetos es divertido y entretenido, pero a veces es más atractivo escalar una gran colina para ver la belleza del horizonte desde el punto más alto. Sirve para que reflexionemos sobre lo mucho que hemos avanzado, y que a veces es más importante el camino que el destino.
La música y el audio es otro punto a favor de Jusant. Cuando escalamos, los sonidos que predominan son nuestra respiración, el viento, nuestros pasos y la flora y fauna del bioma, lo que hace que nos metamos de lleno en lo que hacemos. Cuando pasamos a explorar las cuevas y en cada cinemática entra el soundtrack, que es minimalista pero muy emotivo y bello.
Nos recordó al de Breath of the Wild, y pensamos que fue buena decisión inspirarse en él, porque al ser un título tan contemplativo, la música nunca se roba nuestra atención y se convierte en un muy buen acompañamiento.
Toda escalada viene con un par de llagas
Ningún juego es perfecto, y Jusant es la prueba. A pesar de que lo disfrutamos mucho, tiene varios problemas: el principal es que la cámara a veces es muy molesta. En algunos escenarios tenemos muy poco control de ella, y se posiciona en lugares donde no podemos ver todo lo que hay a nuestro alrededor. También hubo veces en que se volvió loca y se interpuso en nuestro camino, lo que nos dificultó saber hacia dónde ir.
Otro problema muy molesto y que rompe la inmersión del juego es que a veces nuestro personaje se atasca en lugares extraños. Por ejemplo, hubo varias ocasiones en donde un simple escalón pequeño hizo que tuviéramos que dar numerosos brincos para salir de ahí; o también cuando terminamos de escalar alguna zona nos atoramos y tuvimos que maniobrar para destrabarnos.
Por último, una queja más pequeña es que Jusant es una experiencia muy breve; lo pasamos aproximadamente en 6 horas ya con todos los coleccionables. Esto limitó los momentos memorables o épicos de la aventura, y nos hizo pensar que hay mucho potencial que nunca explotó. Como comentamos, hay varios biomas y poderes que le dieron mucho sabor a la jugabilidad, y consideramos que pudieron haber agregado un par más.
Veredicto
Jusant llamó nuestra atención desde hace varios meses y podemos decir con toda seguridad que cumplió nuestras expectativas. Aunque nos hubiera encantado que durara más y que hubiera escondido más secretos, descubrir cada uno de ellos y escalar todas las zonas disponibles fue muy placentero. Es un título con influencias claras como Uncharted, The Last Guardian, Journey e ICO, pero supo muy bien agregar su propio toque.
Sin duda, Don’t Nod dio un gran paso con Jusant para que su biblioteca de títulos sea variada y de alta calidad. Es una recomendación sencilla para quienes buscan una experiencia calmada, tranquila y estéticamente hermosa, pero con un toque de reto, exploración, intriga y sentimiento. Con todo y sus problemas, vale la pena de inicio a fin.
Video relacionado: Jusant - Launch Trailer
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