El primer shooter desarrollado por Nintendo en toda su historia, Splatoon es sin duda una propuesta innovadora para su género, divertida, disfrutable y llena de personalidad y color, pero también ha sufrido las consecuencias de un lanzamiento demasiado temprano que ha causado cierta falta de contenido que ha echado una cubeta de agua fría a la deslumbrante experiencia que tuvimos durante sus demos jugables a lo largo de este mes. Por tanto, tenemos la contradicción de que el título quizás más innovador en su género en los últimos años ha sido limitado un poco por ciertos aspectos que empañan su presentación como producto.

Splatoon es un shooter con perspectiva de tercera persona en el que hay batallas de 4 contra 4 jugadores cuyo objetivo es cubrir la mayor parte de terreno del mapa con balas de pintura, las cuales también pueden eliminar a tus contrincantes. Los personajes son niños que pueden convertirse en calamares, lo que les permite nadar en la tinta de su propio color a gran velocidad. Por el contrario, la pintura enemiga obstaculiza sus movimientos e incluso puede llegar a hacerlos perder energía si la pisan y, si les disparan suficiente, obligarlos a estallar en una explosión de tinta. El resultado de esta dinámica es un juego en el que eliminar enemigos no lo es todo (aunque nunca deje de ser importante), y en el que el trabajo en equipo es absolutamente indispensable para alcanzar la victoria.

Por supuesto, la trama de Splatoon es muy escueta: parece que en un futuro muy muy lejano la humanidad queda extinta y olvidada, y es sustituida por criaturas de origen marino de todo tipo. Entre ellos se encuentran los Inklings, niños que se convierten en calamar y pueden nadar miméticamente en su propia tinta, los Octarians, un clan de perversos pulpos, y todo tipo de humanoides como chicas anémona, camarones, medusas y demás. Parece que los Inklings son sumamente territoriales y practican constantemente guerras para cubrir la mayor parte del mundo habitado con su tinta. Sin embargo, pronto el Inkling del jugador será reclutado para intentar detener los perversos planes de los Octarians, que buscan invadir y recolectar los manuscritos que narran la historia olvidada de este extraño mundo.

El juego cuenta con una campaña y varios modos multijugador, tanto local como en línea, además de retos y contenidos extra a través de amiibo. Por supuesto, la campaña no es de un interés central y sólo es una introducción al modo multijugador, en el que previsiblemente los usuarios pasarán meses compitiendo entre sí e intentando subir la escalera de rangos para ser los mejores. Por ahora, y a eso volveremos más adelante, hay pocas escenas (pudimos probar unas 5 diferentes) y pocos modos de juego (prácticamente sólo estaba disponible Turf War, el principal), aunque Nintendo ha prometido arreglar esta situación con contenido descargable gratuito en el futuro.

La campaña no es de un interés central y sólo es una introducción al modo multijugador

¿En qué consisten las guerras de estos chicos calamar? Es muy simple: el jugador debe elegir entre una variedad de armas principales, secundarias y especiales; personalizar a su Inkling mediante camisetas, calzado y cachuchas SWAG y entrar en una despiadada batalla de tinta de 4 contra 4. En Turf War, el modo de juego que más pudimos probar debido a la rotación y al hecho de que las partidas por ranking estaban casi vacías, un equipo deberá intentar cubrir la mayor parte de terreno con su propia tinta a lo largo de matches cortos de 3 minutos cada uno. Al final, el juez Judd, un rechoncho y muy serio minino vestido de árbitro, contará el porcentaje de terreno que cada equipo pintó de su color y declarará a los ganadores y perdedores de la ronda.

Hay toda una variedad de armas en Splatoon, aunque muchas son variaciones y mejoras de los modelos básicos. Las que incluye el juego en su versión de lanzamiento son las siguientes: Splattershot, pistola de pintura estándar y balanceada, útil en cualquier circunstancia; Splattershot Jr., una pistola más pequeña y veloz, especializada en matar y combatir, pero sin dejar de cubrir terreno adecuadamente; Splat Roller o rodillo, cuya función principal es pintar terreno y hacer emboscadas; Splat Charger, un arma de largo alcance y precisión con carga, difícil de dominar y perfecta para terrenos altos; la Aerospray MG, con ráfagas rápidas y que puede cubrir mucho terreno sin dejar de ser útil en encuentros a corta distancia; la 52 Gallon, un arma de gran poder de fuego y grandes balas, pero un poco pesada. También hay variaciones de las armas básicas, como el poderoso Dynamo Roller, el Splattershot Jr. personalizado, o las armas de sniping como Splatterscope y Jet Squelcher. Por supuesto, habrá otras armas disponibles pero no pudimos probarlas en la versión de reseña, como la Blaster, una especie de rocket launcher de tinta, el pincel, similar al rodillo pero con más precisión y posibilidades de defensa.

Además del arma principal, el personaje tiene una secundaria (que se activa con R) y un arma especial, que se activa haciendo clic con el stick derecho después de que esté llena su barra. En cuanto a subarmas, tenemos la Splat Bomb (bombas normales), la Seeker (una especie de Bombchu que sigue a los enemigos y estalla), la Suction Bomb (una carga explosiva con buen área), la Splash Wall (un surtidor de tinta aliada que puede obstaculizar al enemigo), las Ink Mines o minas antipersonales, el Disruptor, para disminuir la velocidad y poder enemigos; y más. Entre los poderes especiales se encuentra la Inkzooka, con poderosas ráfagas gigantes; el Inkstrike, un impacto desde el cielo de enorme poder destructivo; el Bubbler, un escudo de invencibilidad temporal, el Bomb Rush o bombas infinitas durante cierto tiempo, el Killer Wail o explosión de tinta sónica estilo cañón; el Echolocator, que revela la ubicación de todos los enemigos; y el todopoderoso Kraken, un pulpo invencible que nada por doquier y mata sólo con brincar sobre el enemigo.

Vayamos a los puntos fuertes del juego. Splatoon es una grata sorpresa para el género shooter porque combina elementos novedosos y variados para ofrecer una experiencia divertida y accesible a todo tipo de jugadores. Tiene elementos de shooter arena (velocidad y movilidad), elementos de shooter por clase (cada arma convierte a tu avatar en un tipo de "unidad" distinta con fuerzas y debilidades propias) y elementos de shooter arcade (mecánicas poco realistas, salud regenerable y facilidad para hacer kills). Este carácter ecléctico, combinado con la mecánica de pintura (la victoria depende del terreno cubierto por las balas de pintura y no sólo de los kills), crea un título que compensa muy bien algunas desventajas que el género ha acumulado con los años. Por ejemplo, el camping no tiene sentido porque la victoria no depende de los kills sino de la cobertura de terreno, lo que obliga a los personajes a moverse constantemente. Los jugadores menos agresivos tienen a su disposición armas como el rodillo, que tiene como fin sólo cubrir la mayor parte de terreno y matar por emboscadas, pero sin implicar demasiados duelos a muerte: incluso pintar terreno sin matar es una recompensa y algo que contribuye a la victoria del equipo. Los jugadores agresivos pueden elegir la Splattershot Jr. y ser mavericks matando a diestra y siniestra para contener el frente de pintura. Los francotiradores pueden elegir la charge-shot o sus variantes, pero no necesariamente tienen que dominar: por ejemplo, pueden sacarlos de sus nidos escalando paredes como calamar. La movilidad mejorada que ofrece el modo calamar añade un agradable sentido semi-arena con movimientos plataformeros de fantasía, pero muy accesibles, ya que no implican el dominio de inputs complejos como los de un shooter arena hardcore como Quake. En resumen, Splatoon mezcla los mejores elementos del género y los hace accesibles a todo público, sin dejar de ofrecer satisfacción y reto.

Un título que mezcla los mejores elementos del género y los hace accesibles a todo público

Por otro lado, las armas están bien equilibradas. Durante los Global Testfire o demos algunas personas se quejaron del rodillo, que ofrece kills fáciles y cubre mucho terreno en poco tiempo, pero uno se da cuenta de que es un arma muy limitada y que cualquier rival armado con una Splattershot y un escudo puede hacer pedazos a los Rollers con facilidad. El arma más difícil es la charge shot, que necesita mucha precisión (es como la Rail Gun de este asunto) y que seguro se convertirá en el armamento de los expertos. En general, el juego ofrece un excelente balance, da oportunidad a todos de divertirse y da gran diversidad a las posibilidades tácticas mediante las subarmas y armas especiales cuya única condición es cubrir de tinta todo el lugar, por lo que todos tienen una oportunidad justa para usarlas. En resumen (y esto es lo positivo), Splatoon es un título divertido, equilibrado e innovador.

Ahora vamos a lo negativo. El principal defecto de Splatoon es una falta crónica de contenido. Simplemente no es suficiente tener 5 mapas (encima en rotación), 2 modos de juego (uno de los cuales no vimos nunca porque sólo estaba en partidas por rank y ese modo jamás reunía los 8 jugadores necesarios) y sólo 4 vs 4. Simplemente parece que el lanzamiento del juego fue adelantado demasiado y el producto final ofrece muy poca variedad comparado con lo que otros títulos de Nintendo (Mario Kart 8 o Super Smash Bros. for Wii U) nos dieron desde el día 1. Todo esto es lamentable y un poco desconcertante, en especial considerando que se trata de un título full-price, y quienes lo compren desde el primer día tendrán que esperar hasta agosto o más para ver el producto completo.

La campaña de Splatoon es buena, aunque no sobresaliente. Se trata de una mezcla muy peculiar entre plataformas y shooter, con muy fuertes préstamos de Super Mario Galaxy y demás títulos de la línea de Nintendo. Se trata de "mundos" con diversos escenarios y varios tipos de enemigos: tentáculos, pulpos bombarderos, ágiles chicas pulpo asesinas, snipers y demás. Al final de cada mundo hay jefes con mecánicas distintas y que en general ofrecen un agradable reto. Sin embargo, nos sorprende un poco que la campaña ofrece muchas buenas ideas que nunca vemos en el juego, como esponjas que crecen entre más les disparas, globos de pintura, caminos de tinta voladores y un largo etcétera. También sorprende que la campaña tenga alrededor de 30 escenarios y el juego normal sólo 5 mapas de multijugador.

Splatoon es muy personalizable, gracias a los innumerables accesorios y ropa que los vendedores del juego ofrecen a los niños calamar. Hay 3 categorías: gorros, playeras y zapatos, cada uno con mejoras o perks que ayudan a superar a los enemigos. Conforme el jugador avanza sus prendas pueden adquirir más slots para mejoras o puede comprar prendas más poderosas o simplemente con mejor sentido de la moda. También se encuentra la tienda de armas, mediante la que se desbloquean todas las variaciones del armamento básico, con sus armas secundarias. Sin embargo, sorprende un poco que no es posible personalizar los loadouts.

Los gráficos y música no son del otro mundo pero al menos el diseño visual está lleno de personalidad y originalidad. La música funciona y es divertida, aunque sentimos que hacen falta más tracks. Splatoon es uno de los títulos visualmente más innovadores de los últimos tiempos, y creo que la fuerte personalidad del juego ayudará a conservar el fanbase vivo a pesar de sus debilidades en otros aspectos.

Una de las mejores propuestas de Nintendo en los últimos años

Splatoon es un caso difícil. Por un lado es un título lleno de innovación, personalidad, color, diversión y calidad. Por el otro, simplemente se trata de un lanzamiento demasiado adelantado que se siente un poco escueto en cuanto a contenido jugable. Esperamos que el fanbase, el contenido gratis a futuro, los torneos y las dinámicas de comunidad le den una vida más larga de la que garantiza su estado actual. Sin duda pasará, pero, mientras tanto, debemos dar una nota de cautela a quienes esperen un producto completamente terminado desde el día 1. Una lástima, porque se trata de una de las mejores propuestas de Nintendo en los últimos años, y un juego excelente que me ha dado horas de diversión. Recomendado, pero con reservas.