Son pocos los juegos de realidad virtual que apuestan por algo más que una experiencia multisensorial breve y rara vez satisfactoria. En marzo de 2019, durante el primer State of Play, se anunció Marvel’s Iron Man VR, y prometieron que se trataría de un videojuego completo con niveles, historia, progreso y varias horas de duración. Todo eso se cumplió, aunque el resultado quedó a deber.

Si bien los juegos basados en Iron Man existen desde principios de 2000, fue hasta 2008 —a raíz del gran éxito de su primera película— cuando la franquicia y el personaje se explotaron de nuevo, aunque como participante secundario en títulos de la talla de Marvel Ultimate Alliance 3 o Ultimate Marvel vs. Capcom. Ahora, 10 años después, lo vemos otra vez como protagonista, en una historia completamente nueva, separada del universo cinematográfico y el reciente universo de videojuegos de Marvel, inaugurado en 2018 por la también exclusiva de PlayStation 4 Marvel’s Spider-Man.

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La historia nos muestra a Tony Stark arrepentido de su pasado como fabricante de armas, motivo por el que decide enfocar sus esfuerzos en proyectos altruistas y, como actividad secundaria (o primaria), la conquista del corazón de Pepper Pots. Sin embargo, los planes del millonario cambian repentinamente cuando un misterioso enemigo de su pasado regresa para hacerle pagar por sus pecados. Sí, todo un cliché, y si te suena es porque el argumento es idéntico al de la cinta de 2010, Iron Man 2. Sin embargo, hay una pequeña diferencia: el enemigo a vencer es Ghost, una hacker misteriosa, que pudimos ver en Ant-Man and The Wasp, y cuya única meta en el juego es destruir a Tony Stark.

La norma cuando adquieres un juego de VR es que la historia quede relegada a segundo plano mientras que el vivir la fantasía del héroe dentro de una poderosa armadura es el platillo principal. Es en este aspecto donde Marvel’s Iron Man VR brilla más, pues la movilidad y el control de armas es sumamente gratificante, aunque no es perfecta. Para interactuar con el mundo requieres forzosamente utilizar los controles de movimiento de PlayStation Move para mover los brazos de Tony dentro y fuera del traje; con los gatillos controlas los impulsores para desplazarte, y con el botón de Move, distintos sistemas de disparo.

Lo primero que hay que aprender es a moverse. Para lograrlo la posición de los brazos se vuelve indispensable: si apuntas los propulsores hacia abajo subirás, si lo haces hacia atrás avanzarás y colocarlos al frente te enviará hacia atrás; para bajar puedes simplemente dejarte caer o ayudarte de los impulsores si deseas hacerlo rápido. Además de estos movimientos —que se ejecutan de forma orgánica— debes utilizar los botones cuadrado y triángulo de cada control para hacer giros rápidos; dominar los controles es crucial para las misiones de combate y entrenamiento. Otro factor a considerar es el vértigo, que varía de jugador a jugador, y depende de muchos factores. La verdad es que sufrí un poco por ello en los primeros niveles, pero con el tiempo me acostumbré.

"El control de armas es sumamente gratificante, aunque no es perfecta"

Para el control de armas ocurre algo similar: las activas dependiendo de los movimientos que haces con las manos. Cuando mueves las manos hacia arriba utilizas los rayos repulsores, con la mano hacia abajo utilizas los misiles inteligentes y colocando al frente los 2 move utilizas el unibeam. Además, tienes en tu arsenal un golpe propulsado que es muy útil con las unidades terrestres, en especial cuando lo accionas desde arriba. Salvo algunas excepciones, eres libre de usar el arsenal como desees, pero lo más común es usar rayos repulsores y ayudarte con el otro brazo para apuntar los misiles inteligentes, luego cambiar de brazo y así hasta que hayas derrotado a todos. Es difícil dominar el desplazamiento en el aire mientras disparas, y lo más conveniente parece ser ubicarse en un punto con un buen rango de disparo para luego cambiar de posición y después tu ubicación para enfrentar a los enemigos que provienen de otra dirección.

Todas las armas son mejorables dentro del taller de Tony, pero con cada nuevo cambio viene un proceso de aprendizaje que provoca que a veces prefieras recurrir a las viejas confiables que acostumbrarte a nuevas formas de apuntar, además del tiempo de enfriamiento de cada nueva modificación. Afortunadamente, cuentas con 2 espacios para configuraciones, así que puedes usar una para equipar lo que dominas y te funciona, y la otra para experimentar. También tienes distintos esquemas de color que, además de dar estilo a tu armadura, te dan algunas habilidades pasivas como recuperación, velocidad o daño.

Marvel's Iron Man VR

Una de las grandes decepciones del juego es la variedad de enemigos. Casi todas las peleas son contra drones voladores que parecen flores de origami , que suelen ser poco desafiantes, pero en gran número pueden ser un gran dolor de cabeza, pues al final, la batalla no es contra la habilidad de los drones para flanquear o hacerte daño, sino contra el desplazamiento constante que tienes que hacer para colocarte en el lugar correcto para derribarlos.

A lo largo del juego se presentan distintos escenarios, algunos de muy bien detallados con easter eggs del universo de Marvel e incluso pequeños minijuegos y actividades, generalmente cuando encarnamos a Tony Stark. Por otro lado, cuando nos ponemos el traje, las cosas cambian porque todo se enfoca en entrenamiento o misiones de combate. El entrenamiento es poco estimulante, pero te recompensa con puntos con los que puedes mejorar tu armadura, además de ayudarte a dominar mucho mejor el desplazamiento y las habilidades de Iron Man para que cuando llegues a los combates te resulten más fáciles pero, sobre todo, menos frustrantes.

"Pepper Potts y el mismo Tony Stark parecen avatares de PUBG pobremente animados y diseñados"

Si bien el juego te permite girar físicamente 360°, en la práctica eso resulta incómodo debido al cable que cuelga del visor VR ya que, como imaginas, se enreda alrededor de tu cuerpo y puede provocar desastres, desde sacarte de concentración hasta una caída. Con esto en mente, los desarrolladores agregaron la opción de giro rápido con la que puedes mantenerte en tu lugar, haciendo ligeras correcciones con la cabeza, para ubicarte mejor dentro del escenario de juego. Para tu comodidad puedes configurar el número de grados y la velocidad con el que se realiza el giro. Lamentablemente, los diseñadores abusaron de esta herramienta desde los primeros niveles haciendo que la experiencia de dominarla sea frustrante y poco orgánica.

La presentación es buena, aunque está lejos de tener la calidad gráfica de un juego regular de actual generación. Algunos modelos, como el de Nick Fury, están muy bien detallados, mientras que Pepper Potts y el mismo Tony Stark parecen avatares de PUBG pobremente animados y diseñados. El trabajo de actuación también es deficiente, así que este Tony Stark dista mucho del encantador Robert Downey Jr. y parece más bien un fanfarrón, engreído e indeciso. Algo similar pasa con los personajes de soporte, como Friday y Gunsmith: ambos aparecen como hologramas contando una historia a tu alrededor, que casi de inmediato puedes deducir cómo terminará.

En conclusión, Marvel's Iron Man VR es el camino entre un juego y una experiencia VR. Algunas de sus mecánicas son muy satisfactorias, pero falla a la hora de presentar la aventura con la que los fans de este personaje han estado soñando.