En muchas ocasiones, lo único que se necesita para que un videojuego brille con luz propia es un concepto simple y divertido. Ghostunner lo demostró, pues cautivó a muchos fans con sus sistemas de combate y plataformas que van directo al grano y ponen a prueba las habilidades del jugador.

La secuela directa, Ghostrunner 2, sigue la misma línea y sólo pretende mejorar y expandir las ideas que dieron forma a la entrega original, sin que eso sea algo negativo. Es una experiencia desafiante que, aunque lejos de la perfección, emocionará a los entusiastas del reto.

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Corre, lucha y sobrevive

Igual que su predecesor, Ghostrunner 2 es un videojuego de acción en primera persona con gran énfasis en el parkour y el combate. El objetivo es ir del punto A al B lo más rápido posible sin morder el polvo en el proceso, ya que la fluidez lo es todo. Por supuesto, el camino a la meta está lleno de enemigos, plataformas y amenazas ambientales que pondrán a prueba nuestros reflejos.

Es importante dejar algo muy claro desde el principio: este título de One More Level y 505 Games es difícil y sacará canas verdes a los jugadores que pierden la paciencia con facilidad. Aunque simples, los sistemas exigen la perfección y castigan los errores. ¿Eso es malo? En lo absoluto, pues de la dificultad elevada emerge la magia que hace que esta propuesta sea especial y adictiva.

Jack, el protagonista, puede eliminar a todos los enemigos con un corte de su confiable katana, pero también muere de un solo ataque. Esto crea un ritmo de juego muy rápido donde las decisiones son igual de importantes que las habilidades en el mando. Es un enfoque muy interesante, pues cada acción es relevante y puede ser la diferencia entre superar una zona o tener que reiniciar desde el último punto de control.

En todo momento debemos estar conscientes de nuestros movimientos, la posición de los hostiles y los elementos interactivos del entorno. Cada sección se siente como un puzzle pequeño donde tenemos que trazar estrategias para encontrar la mejor ruta para limpiar una área de enemigos. El reto aumenta de manera exponencial cuando se combina el combate y las plataformas, ya que los tiempos para tomar decisiones se reducen de manera significativa y en muchas ocasiones tenemos que confiar en nuestros reflejos. Este ritmo de juego nos aceleró el corazón y nos mantuvo al filo del asiento en todo momento.

Aunque la katana es la arma principal, tenemos a nuestra disposición herramientas adicionales, como estrellas ninja que eliminan o aturden a los enemigos y un gancho retráctil que usamos para acércanos a estructuras u hostiles aturdidos. Incluso podemos hacernos invisibles y crear un clon sombra. Estas habilidades enriquecen los enfrentamientos y también son de gran utilidad durante algunas secciones de parkour.

El sistema de progresión también se expandió, pues ahora podemos comprar y equiparnos mejoras. Por ejemplo, es posible incrementar el medidor de estamina o hacer que los disparos que desviamos con la espada regresen a su punto de origen. A pesar de que estos beneficios facilitan la tarea, la experiencia permanece retadora en todo momento.

El fracaso es la clave del éxito

Sí, morir es muy común. A pesar de que fracasar resulta muy frustrante al principio, cada intento nos acerca más a la victoria. La buena noticia es que siempre podemos reintentarlo de inmediato con presionar un botón. Cuando comprendimos la idea detrás de este concepto, empezamos a disfrutar el juego y sus reglas.

Conocer la historia de Jack y llegar a los créditos finales es divertido, pero apenas es el inicio del viaje. Ghostrunner 2 está hecho para ser dominado y tiene un gran énfasis en el speedrunning, pues incluso podemos activar un contador de muertes y de tiempo en el menú de opciones. Fracasar es necesario para comprender los escenarios, memorizarlos y posteriormente superarlos al primer intento en una segunda o tercera partida.

Aunque parece que repetir una sección varias veces para dominarla es un proceso aburrido y cansado, en realidad es muy satisfactorio gracias a las mecánicas refinadas y a la velocidad con la que se desenvuelven los combates y las secciones de parkour. Esta nueva entrega dura alrededor de 12 horas, y siempre podemos rejugar un nivel que ya terminamos sin perder nuestras mejoras o habilidades. Completar una sección de manera perfecta genera una sensación de gozo y felicidad sin igual.

Una de las grandes novedades de esta secuela es la introducción de la motocicleta, que utilizamos en nuevas secciones de persecución donde tenemos que perseguir a un objetivo o escapar de una amenaza. Sin duda, estos son algunos de los mejores momentos de la campaña, ya que manejar por las paredes y esquivar obstáculos a toda velocidad eleva la adrenalina al tope en cada segundo.

La espada del cyberninja se forja con lágrimas

Darle mucho peso a la dificultad es una decisión arriesgada, debido a que siempre se corre el riesgo de hacer que la experiencia resulte injusta y molesta. Aunque Ghostrunner 2 mantiene un buen equilibrio, hay momentos donde cruza la línea y presenta secuencias que se sienten difíciles de manera artificial. Por suerte, son pocas y la mayoría están en la recta final.

Por otra parte, la campaña tiene una estructura lineal durante la mayor parte, pero en algunas ocasiones experimenta y presenta zonas semiabiertas donde podemos explorar y conseguir coleccionables. Estas partes rompen el ritmo, y hay una a la mitad del juego que resulta frustrante debido a que es poco claro cuáles son los caminos que llevan a los objetivos. Si bien es divertido manejar la moto en las persecuciones, en estas secciones es molesto debido a que se atora con facilidad con relieves del suelo y objetos pequeños. Afortunadamente, hay pocos momentos de esta naturaleza.

Lo que es una constante a lo largo de la aventura son los errores y bugs. Estos inconvenientes son menores, y van desde enemigos que se paralizan y nos ignoran hasta caídas de frames en zonas con muchos enemigos y objetos; sin embargo, en 2 o 3 ocasiones traspasamos una estructura y caímos al vacío infinito, lo que nos obligó a cargar el último punto de control. Esperamos que los desarrolladores preparen una actualización que corrija estos problemas de cara al lanzamiento oficial.

Algo que nos dejó indiferente es la historia. Si bien Ghostrunner 2 hace un intento honesto por presentar un hilo argumental interesante donde se abordan temas complejos de la ciencia ficción, fue incapaz de atraparnos debido a sus diálogos y personajes clichés. Tampoco ayuda el hecho de que hay pocas escenas cinemáticas y que gran parte de la narrativa se desenvuelve durante el juego mientras tratamos de no caer al vacío en una sección de parkour o cuando intentamos esquivar los disparos hostiles. Eso sí, Jack es entrañable y empático, a pesar de que es un ciborg. Es una pena que tenga poco espacio para brillar.

Katanas, ninjas futuristas y parkour, ¿qué más se puede pedir?

Ghostrunner 2 es muy divertido y hará las delicias de los jugadores que buscan una experiencia corta y retadora, así como de aquellos que disfrutan perfeccionar sus habilidades. Su simpleza juega a su favor, y nunca se vuelve repetitivo debido al diseño ingenioso de los niveles.

Eso sí, los picos de dificultad son molestos y las secciones semiabiertas restan en lugar de sumar. Los bugs pueden jugarnos una mala jugada en más de una ocasión y es una pena que la historia, a pesar de los intentos de crear situaciones épicas y personajes memorables, se quede corta.

Estos inconvenientes alejan la experiencia de la perfección y la ponen unos peldaños abajo, pero son incapaces de romper el trato. Ghostrunner 2 demuestra que un concepto simple y bien ejecutado es lo que necesita para ofrecer entretenimiento. Eso sí, no es apto para los débiles de espíritu que pierden la paciencia con facilidad.

Ghostrunner 2 estará disponible para Xbox Series X|S, PlayStation 5 y PC (vía Steam, Epic Games Store y GOG) el próximo 26 de octubre. Podrás encontrar más información si das clic aquí.

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