Hasta años recientes, la franquicia Far Cry se había sentido un poco fatigada a pesar de sus intentos de renovación, pero con este último juego la serie retoma nueva fuerza, pues tiene lo suficiente para divertir a los que toman un Far Cry por primera vez, así como a fans que han jugado las entregas anteriores.

El juego se sitúa en Hope, un condado ficticio inspirado en el estado de Montana que fue tomado por una secta apocalíptica de fanáticos religiosos llamada La Puerta del Edén, quienes han comprado la mayor parte de la tierra, las propiedades, las estaciones de radio y cuya influencia se extiende hasta algunos policías locales. El líder de esta secta se llama Joseph Seed, una figura carismática que es apoyada por su familia para expandir la influencia de su palabra y diseminar su fe.

Bajo el manto de predicador carismático de Joseph Seed se esconde un sangriento demagogo cuya misión es salvar a la humanidad del Día del juicio —sin importar que las personas lo quieran—. Al mismo tiempo, Seed pretende mantener el control del condado mediante La puerta del Edén, que más que una hermandad religiosa es una fuerza paramilitar violenta que no se detiene ante nada para prevalecer y eliminar o convertir, bajo cualquier método necesario, a los infieles que no siguen su fe.

Por supuesto, ante la tiranía siempre hay resistencia y es aquí donde entra tu personaje, un agente enviado a investigar el pueblo que esencialmente, es uno de esos protagonistas que son mudos lienzos en blanco que buscan involucrarte como jugador más que mostrarte una personalidad definida con la cual puedas identificarte.

En general, la historia se desarrolla bien, aunque en ocasiones tienes que suspender la incredulidad y aceptar que estás viendo la trama de un videojuego. Ciertas justificaciones de las situaciones no son las mejores y en algunas partes se siente que tal vez se desperdició la oportunidad de adoptar una postura política más fuerte y hacer una crítica social más incisiva que hiciera pensar en los extremos en los que puede caer la humanidad al ignorar la razón.

A pesar de esto, la historia se presenta de forma satisfactoria y tiene momentos increíbles que sí llevan a reflexionar sobre los lugares a los que puede llevar el extremismo religioso y el fundamentalismo filosófico, pues, aunque Far Cry 5 es una obra de ficción está claramente basada en sectas del mundo real, como el Templo del Pueblo de los Discípulos de Cristo de Jim Jones en el que murieron más de 910 personas al tomar Kool Aid envenenado o los Davidianos responsables de la matanza de Waco Texas.

Como puedes ver, el entorno de Far Cry 5 es muy interesante y, sin duda, uno de sus principales atractivos.

La historia sirve muy bien para establecer el sentimiento del juego. Casi todas las propiedades y pequeñas comunidades de Hope están tomadas por miembros de la secta que te dispararán a primera vista sin hacer preguntas. Esto da un sentimiento de acción constante a tu experiencia y te mantendrá interesado y tenso la mayor parte del tiempo. Sin embargo, la lucha constante puede resultar abrumadora y es probable que decidas tomar la ruta panorámica como infiltrado en el bosque y alejarte de carreteras y vías de transporte importantes.

El mapa de Hope está dividido en 3 áreas principales, cada una dominada por alguno de los hermanos de Joseph. En el suroeste el control lo tiene John Seed, un sadomasoquista obsesionado con la palabra “sí”. El sureste es dominio de Faith, una psicótica con una fuerte afinidad a las drogas, mientras que el norte es propiedad de Jacob, un purista de la naturaleza que cree que no hay bien ni mal, sino sólo dios, naturaleza y poder.

Para enfrentar a cada uno de estos dementes tendrás que reducir su nivel de influencia en la región y obligarlos a confrontarte cara a cara. Será hasta que hayas dominado los 3 territorios cuando podrás intercambiar unas necesarias palabras con el líder de la amable secta.

La extensión del mapa es enorme y te quedará claro cuando tengas que caminar por todo el bosque para llegar del punto A al punto B. Hay muchos lugares de fast travel, pero cuando visites regiones por primera vez tendrás que caminar o manejar para descubrir estos sitios. Afortunadamente, el juego tiene un modo de manejo automático que te facilita la vida… o bueno, lo intenta porque, como ya mencionamos, la cantidad de enemigos que encuentras en los caminos principales es enorme y muchas veces preferirás ir por el bosque y escalar montañas en lugar de seguir la carretera y enfrentar a 3 camionetas con metralletas montadas, un helicóptero, 2 aviones, 5 sectarios a pie y un oso. Aunque a veces, cuando te encuentras en esa situación el momento puede volverse épico y estarás aterrorizado detrás de un árbol mientras todo el infierno se desata y sólo podrás pensar en lo divertido que estás.

Esparcidos por el mapa encontrarás aliados, que van desde civiles que salvas en el campo hasta 9 especialistas que obtendrás al completar sus misiones y que te ayudarán en tu visita a Hope. Cada uno de estos especialistas tienen personalidades y habilidades únicas: desde una arquera que mata a tus enemigos silenciosamente hasta un helicóptero de asalto que despedaza a tus enemigos desde el cielo. No todos tus aliados son humanos, pues también puedes reclutar a un oso, un perro y un puma. Aunque esta mecánica es muy divertida y te abre un mundo de posibilidades para atacar, muchas veces sentí que me ayudaban de más y en ocasiones me limité a mandar a mis aliados a hacer todo el trabajo sucio mientras veía desde lejos como tomaban propiedades enteras mientras me hacía un sándwich. A pesar de todo, siempre encontré divertido ver cómo llovía el infierno sobre mis enemigos con sólo presionar un botón o cómo un aliado eliminaba a un sniper lejano con una flecha de fuego dirigida a la garganta.

El aspecto gráfico de Far Cry 5 es precioso. La representación de los bosques está muy bien hecha e incluso el pasto y las plantas más insignificantes se mueven con vida. El sol pasa por las copas de los árboles de manera sorprendente y la naturaleza se siente presente. Aunque después de un rato el exceso de bosque puede resultar un poco monótono, imagino que eso es más culpa de la topografía de Montana que de los desarrolladores. La belleza está presente hasta en los loading screens, que parecen un wallpaper de naturaleza animado y que me dieron cierta sensación de paz —muy bienvenida dentro del caos—.

En este tipo de juego tan extensos y con tantos elementos es normal esperar que haya bugs; encontré varios durante mi visita a Montana y alguno casi me hizo repetir una misión. Por otro lado, no encontré nada que rompiera el juego o que saliera totalmente de lo aceptable en un título de esta naturaleza.

El gameplay es muy divertido. Siempre hay acción y algo que hacer, incluso cuando vas deambulando por el bosque de pronto te sorprende la vida silvestre y tienes que reaccionar rápido para sobrevivir.

A pesar de que la mayor parte del tiempo estás explorando el mundo abierto, Far Cry 5 también te da misiones lineales que agregan variedad y evitan que sientas que siempre estás dando vueltas entre coníferas y abedules. También puedes usar diferentes métodos de transporte y hasta tomar un avión para moverte 200 metros, luego lanzarte en paracaídas y dejar que se estrelle donde sea.

Por supuesto, también hay muchas armas que puedes personalizar y, hay que decirlo, comprar mediante microtransacciones, pero es muy importante que sepas que lo que compras son únicamente características estéticas que también puedes conseguir con la moneda del juego. Las microtransacciones sólo están ahí por si quieres un skin específico y en serio no te interesa jugar o algo, pues no son caras y tampoco es difícil conseguir dinero jugando.

En Far Cry 5 también puedes mejorar tus habilidades y las de tus aliados con puntos que obtienes al realizar diversas actividades en el mundo; no son muy útiles que digamos y son algo costosas, pero añaden una pequeña capa de profundidad al juego.

En cuanto a la música, gracias a todos los dioses, los desarrolladores tomaron la acertada decisión de no seguir la ruta fácil y llenar el juego de country, sino de colocar la necesaria sin hacerla dominante. Far Cry 5 presenta un soundtrack con música de acción y ciertas partes de melodías ambientales que resaltan el entorno boscoso y pacífico de la naturaleza. Por supuesto, la banda sonora hace uso de instrumentos utilizados en el country, pero sólo como detalles que acompañan a otro tipo de música y con algunos elementos del género.

El sonido es bueno, en especial el sonido envolvente en un sistema 5.1. Cada ruido está donde debe estar y resulta inmersivo para la experiencia. Todo está muy bien excepto ciertos detalles como las explosiones de los morteros o el rugido de los osos que suenan extremadamente apagados y muy pobres comparados con el resto, pero son escasos y pueden olvidarse fácilmente.

En resumen, Far Cry 5 tiene una historia interesante y una temática única que explora temas oscuros de la psique norteamericana, pero que no profundiza lo suficiente para ser una crítica social incisiva que incite a la reflexión. A pesar de esto, la historia tiene momentos increíbles en los que sí hace recapacitar sobre lo que es capaz de hacer un grupo de individuos con una ideología extremista basada en ideas torcidas y que intenta imponer su visión del mundo sin importar nada más que lo que dice un libro o una persona. Pero la historia sólo establece el entorno del título y sobre ella hay un juego muy divertido y lleno de acción donde constantemente estarás huyendo de fanáticos religiosos mientras vuelas todo lo que se te pone en el camino para liberar al condado de la locura.

Far Cry 5 es un gran regreso de esta franquicia que llevaba varios años intentando volver a su época dorada y es un título muy recomendable para novatos de la franquicia y para veteranos que han jugado cada una de las entregas.