Si aún no sabes lo que es StarCraft, para empezar, te diremos que es sencillo decirlo. Este juego desarrollado por Blizzard Entertainment, cuyo lanzamiento original data de marzo de 1998, es el responsable de elevar a la perfección el género de la estrategia en tiempo real. Lo increíble de esta entrega es que,19 años después, continúa siendo alabada por jugadores y críticos como la mejor creada dentro del género. En resumen, StarCraft es un acontecimiento único en la industria de los videojuegos que dio origen a toda una cultura en línea y es asombroso que continúe influenciando la dirección de la industria y haya dado como resultado el nacimiento de un fenómeno competitivo con un valor que asciende a miles de millones de dólares.

El reciente lanzamiento de la remasterización del legendario título de estrategia en tiempo real, conocido como StarCraft: Remastered, es un acontecimiento de magnitud gigantesca y emblemática que nos tiene sumamente emocionados. Esta entrega representa el regreso a una época de nuestra juventud y es una oportunidad para recordar y celebrar los valores que hicieron de esta saga un suceso realmente inolvidable.

Lo primero a notar sobre el lanzamiento remasterizado es la nueva apariencia gráfica. StarCraft: Remastered es un paquete con una calidad visual impresionante que no luce fuera de lugar. Verás: cuando un juego recibe un paquete que actualiza y mejora su apariencia visual, existe la sensación de que algo está mal; una inquietud que parece inexplicable. Por mencionar algunas situaciones comunes diremos que las texturas pueden ser vistosas y definidas, sin embargo, la geometría expone la antigüedad del título. StarCraft: Remastered es diferente porque esta sensación está ausente.

Son impresionantes las nuevas capas de calidad que definen a cada unidad y que es posible inspeccionar de cerca con el nuevo aumento de la cámara; los detalles de la armadura y la claridad del rifle C-14 de los Marine Terran es hipnotizante; la amorfa silueta de los Overlord Zerg ahora está bien definida y los Hydralisk lucen aquella emblemática formación musculosa de sus imponentes mandíbulas que los convirtió en formidables unidades de combate. Los Protoss, por su parte, muestran su morfología de forma elegante, con sus unidades mecánicas que exponen los pequeños detalles de su construcción como las torretas giratorias en cada Dragoon. En resumen, las figuras y siluetas del pasado —que con imaginación tomaban forma dentro de tu cabeza—, ahora se presentan definidas y estilizadas, lo que da un nuevo significado a cada unidad y estructura.

El resultado es una increíble y demandante dinámica

El siguiente secreto es responsable de que, 19 años después de su estreno, el juego permanezca sumamente divertido; nos referimos a la brutal dificultad. No queremos decir que vencer a los oponentes sea complicado y la victoria requiera estrategias dignas de un gran general, sino que la parte mecánica del juego es muy difícil de operar porque carece de funciones básicas que automaticen elementos de juego.

El resultado es una increíble y demandante dinámica que, aunque no lo creas, es una actividad sumamente divertida. Sólo imagina que para jugar StarCraft de forma perfecta debes completar operaciones matemáticas al mismo tiempo que montas un monociclo, resuelves un cubo rubik y haces malabares. Quizás exageramos sobre la complejidad y dificultad del sistema de juego, pero es cierto que StarCraft: Remastered requiere que ejecutes diferentes tareas al mismo tiempo.

Por ejemplo, al jugar es necesario cuidar la economía y eso precisa una buena cantidad de trabajadores, lo que a su vez requiere la creación constante de obreros que necesitan una orden de trabajo. Cuando esto sucede, debes explorar el mapa en búsqueda del oponente y cuando hay enfrentamientos, es crucial gestionar las unidades de combate para obtener una pequeña ventaja. Las tareas y situaciones anteriores —y muchas más—deben ser atendidas al mismo tiempo con una velocidad de respuesta increíble. A pesar de que el sistema de juego es intimidante, jugar StarCraft no requiere ser un robot coreano asesino. El secreto del éxito de la entrega está en que los participantes viven con los mismos aprietos y si para ti es difícil jugar, para el oponente es igual de complicado. StarCraft no se resumen en el balance de unidades de juego o en cuál raza es más poderosa; StarCraft se basa en la ejecución y habilidad del jugador para llevar a cabo diferentes tareas, lo cual es su elemento más divertido.

Un gran logro técnico por parte de Blizzard

De esta forma, la extraña combinación de gráficos modernos con una nueva perspectiva 16:9, escalable hasta 4K, combina armoniosamente con el sistema de juego diseñado hace casi 20 años. Por esa razón, decimos que esta remasterización es diferente al resto que plaga a la industria; abordar el juego después de un periodo de inactividad de años resultó en una experiencia totalmente nueva, pero también extrañamente familiar. La impresión de la remasterización logró engañar a mi cerebro para hacerle pensar que la nueva versión es la que acompaña todos mis recuerdos del juego. Como si la versión original nunca hubiera existido. Esto nos habla de que cada elemento se combina homogéneamente para dar una impresión adecuada, sin elementos fuera de lugar.

Por otro lado, parte de las bondades de la versión remasterizada es la integración del juego con el sistema en línea de Battle.net. Esto significa que a partir de ahora tendrás un perfil de usuario que puedes adornar con un emblema; además, esta pantalla mostrará información y datos de jugador como historial de partidas y estadísticas de combate divididos por raza. Por si fuera poco, puedes jugar con aquellos que utilizan la versión estándar —que por cierto es gratuita— porque esta nueva versión corre encima del cliente de juego original. Sin duda, un gran logro técnico por parte de Blizzard.

es sencillo competir en la tabla global de posiciones

Asimismo, StarCraft: Remastered se beneficia con un sistema de matchmaking que te empareja con otro jugador con el mismo nivel de habilidad. Gracias a esta adición moderna al clásico de 1998 es sencillo competir en la tabla global de posiciones y disfrutar las bondades del sistema de juego. Lejos quedaron los días de cazar un enfrentamiento en la lista de juegos públicos o mendigar en la sala de chat por un oponente digno. Sin embargo, en el momento de escribir esta reseña el sistema en línea presenta algunas fluctuaciones de desempeño en la forma de partidas que se interrumpen, pero la experiencia se mantiene aceptable y permite tener partidas a menudo.

La experiencia en línea de StarCraft: Remastered permanece como la del pasado, con decenas de jugadores gosu que te aniquilan en cuestión de minutos. La adrenalina del sistema de juego es abundante cuando luchas por mantener firmes los dedos en los comandos adecuados al tiempo que realizas malabares con todas las tareas del sistema de juego. Y si la competitividad no es lo tuyo, StarCraft cuenta con una larga y apasionada comunidad de jugadores UMS (Use Map Settings). Esta categoría dentro de la lista de juegos públicos se caracteriza por emplear mapas que la comunidad forjó utilizando el creador de mapas del juego. Como dato interesante, fue en StarCraft donde nacieron géneros como Tower Defense y es la base que inspiró Defense of the Ancients, conocido como Dota.

La otra parte de la experiencia de StarCraft corresponde a la campaña de un jugador; en esta épica aventura conocerás el origen del conflicto galáctico que envolvió durante 2 décadas a las 3 misteriosas razas intergalácticas. Un detalle particular y atractivo de esta narración es el tono oscuro y maduro que envuelve a los acontecimientos de la historia; el resultado es sumamente contrastante en comparación con los relatos llenos de dramatismo cinematográfico de la secuela. La campaña de StarCraft es, para muchos jugadores, la mejor narración de la franquicia gracias a su variedad de matices narrativos y elenco de personajes. Por otro lado, la historia está intensificada con ilustraciones estáticas donde antes había paredes de texto; me refiero a los interludios que describen acontecimientos críticos de la historia antes y después de algunas misiones.

Por último, pero no menos importante, es la remasterización de la banda sonora. No hay trabajo adicional de composición musical o de efectos de sonido —lo cual se agradece porque la experiencia final permanece como la recuerdas—. El departamento de sonido de StarCraft: Remastered se escucha claro y definido hasta el punto en que parece imposible que exista alguna mejora. Finalmente, no nos queda más que agregar que se desempeñó sin problemas de ejecución con un procesador de la gama i7 de Intel; todo funcionó sin problema alguno, pero esto es de esperarse debido a que hablamos de un juego con casi 20 años, sin embargo, esta edición tiene la capacidad de escalar la resolución del juego hasta 4K donde el juego apenas pasa factura el procesador.

StarCraft: Remastered es más que un viaje al corredor de la nostalgia

Todo lo anterior nos habla de que StarCraft: Remastered es más que un viaje al corredor de la nostalgia. Gracias a su indomable combinación de mecánicas de juego, encontramos un título que permanece fresco y desafiante, justo como lo recuerdas de aquella primera vez. StarCraft: Remastered es el acontecimiento ideal para abordar uno de los mejores juegos de estrategia en tiempo real por primera vez y regresar si eres un consumado veterano. Por ningún motivo debes perderte una entrega que definió a una generación de jugadores y creó toda una cultura de competitividad en línea.