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Nadie compró el Wii U… Bueno, poco más de 13.5 millones de personas, pero el número es minúsculo para Nintendo, en especial después de que el Wii fuera tan exitoso que hasta hubo abuelitas que compraron uno. Para poner las cosas en perspectiva, esta consola fue un tropiezo comercial tan grande que hasta el PlayStation Vita vendió más.

Con eso dicho, juzgar al Wii U como un completo fracaso sólo por la cantidad de unidades vendidas es un tanto injusto. Es un hardware que quedó a deber y recibió el merecido castigo comercial por esto. Dicho esto, en temas de software tuvo una biblioteca con alguno de los juegos más creativos y pulidos que ha entregado Nintendo en su historia.

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Por esto, aunque estemos tan cansados de los ports, nunca va a dejar de ser una buena noticia que joyas del Wii U tengan nueva vida en una consola sin tantos problemas. El último juego en dar este salto será Super Mario 3D World, quien en su llegada a Switch vendrá acompañado de Bowser’s Fury.

Pero, ¿qué rayos es el contenido extra? ¿Se trata de un port satisfactorio? Y lo más importante, ¿Super Mario 3D World sigue siendo tan bueno como hace casi 8 años? Son todas estas dudas las que planeamos resolverte con nuestra reseña.

Super Mario 3D World: la belleza del plataformero

Empezaremos hablando sobre Super Mario 3D World. Yo sé que se te cuecen las habas por saber todo sobre Bowser’s Fury, pero por más emocionante que sea, la realidad es que este plataformero es el plato principal del paquete.

Super Mario 3D World es uno de los mejores juegos que ha diseñado Nintendo. Punto. De manera magistral, el equipo logró perfeccionar las bases que sentó Super Mario 3D Land, tomando la simpleza de sus entregas de desplazamiento lateral ―donde el punto es llegar a la meta y ya― Y combinándola con las casi infinitas posibilidades que ofrece un nuevo eje dimensional. Así es como entrega escenarios bonitos y variados que son como pequeños dioramas que no se cansan de ponerte mecánicas nuevas. Cada nivel tiene una inyección de creatividad e inocencia tan grande que es como pasar por la imaginación de un niño que está jugando. No lo pienses como si todo fuera desordenado o simple. De hecho, todo está acomodado en el lugar perfecto para que tengas la experiencia que Koichi Hayashida, Kenta Motokura y su equipo querían darte para que al final de cada escenario termines con una sonrisa genuina por el viaje que te entregaron.

Es gracias a este magistral estilo de diseño que Super Mario 3D World es poesía en forma de plataformero. En alguna ocasión, Edgar Allan Poe intentó definir la belleza como “la creación rítmica de la belleza”. Cada diorama de Super Mario 3D World se puede explicar y entender de forma similar. Una filosofía de diseño donde cada polígono tiene razón de ser con la intención de crear un ritmo que te atrape en su belleza para que te atrevas a sentir. La intención de Nintendo sólo es dejarte contento, un sentimiento que puede ser un tanto burdo para los más altos poetas, pero permanece como algo bello y sincero.

La nobleza en el diseño también se puede ver en lo bien que funciona en modos de uno hasta 4 jugadores. Como experiencia individual resulta ser una de las mejores entregas de Mario que se han hechos. Es un deleite de principio a fin con niveles fantásticos, muchos coleccionables y algunos retos finales verdaderamente desafiantes. Cuando se juega en compañía se vuelve en una fiesta de saltos, luchas por coleccionables y gritos de alegría. Parece imposible que funcione tan bien de ambas formas, pero lo consigue.

Parte de la fórmula que logra una experiencia de esta talla es la fantástica banda sonora que demuestra que hay vida más allá de Koji Kondo, quien en esta ocasión sólo participó en 2 temas. Mahiyo Tokota, Tōru Minegishi, Yasuaki Iwata hicieron un compilado de canciones que van desde Big Band hasta Jazz Fusión que entonan con cada salto o enemigo aplastado. Lo que lo eleva a ser más que música bonita y ya, es que cada tema está profundamente ligado con el escenario que lo presente. Hasta hay canciones que tienen sentido temático con mecánicas específicas, dejando en evidencia que se prestó atención en hasta el detalle más minúsculo con tal de consentir al jugador. Llena el corazón saber que hay muchos elementos de los que probablemente nunca te darás cuenta, pero están ahí por una razón.

"Cada nivel es inyección de creatividad tan grande que es como pasar por la imaginación de un niño"

En Nintendo Switch, Super Mario 3D World permanece como un deleite y la experiencia es mucho mejor que en su consola de nacimiento. Para el multijugador ya no es un dolor estar buscando Wii motes con pila; todo carga más rápido y se ve fenomenal. De por si la versión original ya se sentía como una caricatura, así que imagina como luce sin las restricciones del Wii U. Igual hay un Modo Foto bien implementado que aprovecha las estampas que servían para al ahora difunto Miiverse. En lo único que es mejor la edición anterior es en los niveles que requieren controles táctiles, ya que el uso del GamePad fue sustituido por un cursor en pantalla que no se controla igual de bien.

El otro problema que tiene es su online. Ya por fin puedes jugar con amigos que lo tengan, cada uno desde la comodidad de su casa. La cosa es que el online de Nintendo ha sido arcaico por años y parece que así será por un buen rato. Iniciar una partida es fácil, pero es una lástima que sólo el anfitrión conserva el progreso de la aventura. Por otro lado, si la conexión de todos los participantes es imperfecta puedes esperar momentos de lag. Igual no está de más señalar que le falta emparejamiento con desconocidos, pero, ¿a quién le importa? Es de esos juegos donde más vale estar solo que mal acompañado.

Boswer’s Fury: un experimento divertido, pero imperfecto

La gran novedad de Super Mario 3D World para Nintendo Switch es Bowser’s Fury. Es una nueva aventura en la que Mario y Bowser Jr. deciden trabajar juntos para vencer a Bowser, quien en esta ocasión tiene el poder de una misteriosa tinta que lo convierte en un ser enorme y peligroso. Para hacerlo deben coleccionar gran parte de los 100 soles felinos que están repartidos por diferentes islas.

Bowser’s Fury está diseñado para ser una especie de mundo abierto con las mecánicas de Super Mario 3D World. Es un experimento que suena interesante, pero sus resultados son imperfectos. Catastrófico no es, pero se queda corto a lo presentado por el juego principal de este paquete. Lo que pasa es que la idea suena bien, pero al final el sistema de mundo abierto termina sobrando. Sólo sirve para hacerte mover de un área a otra y en ellas completar escenarios que son como pequeñas mordidas de los niveles de 3D World.

Tampoco quiero ser cínico. Bowser’s Fury es un experimento muy divertido. Hay que reconocer que las creativas maneras en las que presenta diferentes desafíos en las mismas áreas son geniales y recuerdan un poco a los retos de cada mundo de Super Mario 64 y Super Mario Sunshine. De este modo, es un añadido con el que pasarás hasta 6 horas muy divertidas juntando coleccionables y luchando contra Bowser. El detalle está en que carece del cuidado que tiene 3D World y el engine del juego no es el ideal para una experiencia de este tipo. Esto último se vuelve evidente cuando te sientas limitado con los movimientos de Mario; veas los problemas de cámara y seas testigos de bajones de frame rate.

Lo puedo resumir en que vale la pena jugar Bowser’s Fury y que la pase muy bien con él. Solamente espero que se quede como un experimento y que la siguiente entrega principal de Mario sea como 3D World o como Odyssey no como este híbrido que simplemente se quedó cerca de cuajar, pero no lo logró.

El plataformero que tienes que estar jugando

El caso de Super Mario 3D World y Bowser’s Fury es verdaderamente extraño. Hay un montón de similitudes entre ambos y es evidente que son fruto del mismo árbol. Lo extraño es que mientras uno de los 2 productos cayó de su rama como un producto maduro, brillante y casi perfecto; el otro lo hizo como un producto verde y sin mucha forma, pero que al final deja un sabor dulce.

Hay algo que por años ha definido a Nintendo y eso es que suelen entregar experiencias muy pulidas. Es algo que he dejado de sentir en sus últimos lanzamientos y tal vez sea la prueba más ferviente de que la compañía se dirige hacia una nueva época. Es un hecho que los equipos creativos de Nintendo están cambiando y casos como el de Bowser’s Fury tal vez simplemente sean algunos de sus dolores de crecimiento. Afortunadamente está siendo una pubertad con mucha gracia, pero ya muero por ver qué va a pasar cuando estos experimentos realmente florezcan.

Fácilmente Super Mario 3D World pudo ser el primer juego que califico con 10. Es tan formidable como cuando Alonso Zamora le dio el puntaje máximo de LEVEL UP hace 8 años. Dicho esto, Boswer’s Fury es un bienvenido añadido que carece de la calidad del juego principal. Puedes verlo como si Super Mario 3D World tuviera un 10 y Bowser’s Fury un 9, pero tampoco te obsesiones con la calificación. Es magnífico y tienes que jugarlo.

Al final, no me queda más que recomendar Super Mario 3D World + Bowser’s Fury. Hasta el cansancio he dicho que el original de Wii U es una joya de plataformero puro con un diseño de niveles formidable que representa todo lo que Super Mario Bros. debe ser. Ojalá que esta segunda oportunidad en una consola que la gente sí quiere comprar haga que la historia le dé el lugar que se merece.