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No es un secreto que algunos de los juegos desarrollados por Nintendo están entre las experiencias multiplayer más adictivas de la actualidad; el nivel de euforia provocado por ellos puede, en ocasiones, generar pasiones arrebatadas que en el mejor de los casos destruyen amistades. Pero no todas sus propuestas fueron creadas con el mismo ingenio y genialidad. ¿Nintendo Land? Aunque nos dio grandiosas dosis de entretenimiento, el legado que dejó fue poco memorable. ¿Wario Ware? Su naturaleza fugaz y frenética es increíble para cualquier fiesta —incluso las que no están atestadas de gamers o geeks—, desafortunadamente tiene una identidad prestada. ¿Smash Bros.? Es de culto, sí, el problema es que se ha vuelto tan competitivo que a veces provoca más estrés, que entretenimiento. ¿Mario Party? Jugarlo resulta fabuloso, siempre y cuando estés dispuesto a comprometerte durante varias horas. Y, por último, ¿Mario Kart? Detengámonos un momento: Mario Kart. Mario-Kart. Leyenda del género de carreras, el indiscutible rey de los juegos tipo karting. Tan accesible y al mismo tiempo tan desafiante, frenético y caótico, pero preciso en su control y en sus mecánicas. Siempre divertido, nunca dejará de ser desesperante. Aún si la estirpe de Nintendo está envuelta en nobleza, Mario Kart puede proclamar verdadera sangre azul.
Y a pesar de todo, es difícil apreciar con amor incondicional un port lanzado en fechas tan cercanas a la versión original.
Justo como ya se había revelado hace tiempo, esta versión Deluxe es idéntica al Mario Kart 8 que se lanzó para Wii U un par de años atrás. Al mirar a ambos de manera superficial es difícil identificar las diferencias, pues básicamente son el mismo juego, con mecánicas casi iguales y un catálogo de pistas que no cambia en lo más mínimo. No obstante hay cualidades importantes que los distinguen y que, para efecto práctico, hacen que cada uno tenga un valor único.
Pero antes de pasar a lo específico de Mario Kart 8 Deluxe, recapitulemos nuestra postura acerca de la entrega original, la cual sigue siendo válida para lo que ofrece esta versión renovada:
“Kart 8 es un retorno a la raíz de la franquicia: pistas cortas y llenas de curvas que exigen habilidad y una memorización total de cada uno de sus detalles y atajos. Con el paso de los años, las carreras de esta serie se llenaron de pequeñas tareas por cumplir; son estímulos con un efecto de masaje cerebral más potente que un sudoku. En una época de títulos que se juegan con un sólo botón, se disfruta muchísimo el reto que supone recuperar lugares luego de ser masacrado por los ítems de los otros corredores, o la distinguida habilidad que cualquiera que vaya en primer lugar necesita exhibir para mantener su posición. A pesar de un framerate bajo en multijugador local de más de 3 personas, la ausencia de automóviles en sentido contrario de Toads Turnpike en el Mirror Mode y un modo Battle decepcionante, Mario Kart 8 tiene potencial para convertirse en la mejor experiencia en toda su ilustre franquicia. Lo que espera al jugador que se adentre en él no son victorias por suerte, sino diversión de una precisión quirúrgica, enemistades por un caparazón, alianzas de pólvora y triunfos estrellados.“
Ahora sí, a los detalles.
Sofisticación gráfica
Si algo quedó claro con The Legend of Zelda: Breath of the Wild, es que Switch tiene superioridad gráfica frente el Wii U. Mario Kart 8 Deluxe sencillamente lo confirma. Desde que inicias el juego puedes notar que los colores son vibrantes y que el equipo de arte puso gran dedicación en cada detalle. Comparativamente el incremento de efectos visuales en toda la presentación del juego no es tan notorio, aunque cobra significado genuino cuando te das cuenta que en Switch el desempeño se mantiene en constantes y estables 60 cuadros por segundo a 1080p, mientras que en Wii U la máxima también era a 60, pero en 720p.
Tal como lo lees, la acción en Mario Kart 8 Deluxe se desenvuelve con mayor fluidez y, en consecuencia, con más intensidad. Y nada lo ejemplifica mejor que la recién agregada 200cc la cual, por si no lo sabes, incrementa considerablemente la velocidad de la carrera, casi como si se tratara de una grabación en cámara rápida. Con esta categoría necesitas lo mejor de tus reflejos, de lo contrario te saldrás por la tangente —de manera literal— hacia un barranco o terminas estrellándote contra los muros. Obviamente salir victorioso implica más que habilidad, también es una cuestión de controles responsivos y en eso nunca hubo falla en Wii U. Siendo justos, tampoco existieron problemas de desempeño gráfico en la versión original del juego, sin embargo hay una diferencia abismal en la forma como Switch plasma el 200cc. Si tuviera que recurrir a analogías, diría que la edición de Wii U va a velocidad de Super Mario Kart, mientras que este nuevo port es un frenético F-Zero GX. Así de dramática es la diferencia de velocidad y es posible experimentarla gracias a que Nintendo hizo una adaptación muy refinada en el apartado técnico.
Lo anterior resulta sorprendente considerando que el Switch es, en esencia, una portátil. Lo sé, hay quienes dirán que se trata de un híbrido, pero seamos realistas, dentro de la consola late un corazón —Tegra K1— de tablet. Pero que sea un dispositivo móvil no limita su capacidad de arrojar más polígonos que el Wii U y otra muestra de los caballos de fuerza se da con la pantalla dividida en Mario Kart 8 Deluxe. Sin importar la cantidad de elementos visuales en movimiento, el framerate se mantiene estable cuando juegan 2 personas, tanto en portátil, como en el televisor con la consola anclada al dock. Sea el bullicioso engranaje de Reloj Tictac, las incontables nubes en movimiento y los relámpagos constantes de Ruta Celeste, o la maquinaria volcánica del Castillo de Bowser, la resolución escala sin problemas a 1080p, al punto de que no notarás lag en la acción. Si acaso el inconveniente llega cuando hay 4 jugadores en la misma consola, ya que la configuración está diseñada para limitar el framerate a 30 cuadros; entendible considerando la demanda de recursos gráficos. Como sea, aún con la pequeña limitante, es un punto a favor del juego, pues significa que en todo momento sentirás el frenesí de la acción y la emoción de la velocidad.
¿Un port flojo o demasiado respetuoso?
Trasladar un juego de su consola original a hardware nuevo siempre presenta complicaciones: incompatibilidad de componentes, reajustar los controles, redibujar algunos gráficos, en fin, es difícil imaginar todas las penitencias a las que se someten los desarrolladores. Pero si tomamos en cuenta que Wii U y Switch son propiedad de Nintendo, y que Mario Kart fue concebido por uno de los equipos principales de la compañía, lo lógico sería pensar que el proceso de adaptación fue casi indoloro. Tal vez nunca se revele la respuesta a tan mundana incógnita, pero mientras tanto queda la duda de por qué no se hizo un mayor esfuerzo de contenido con Mario Kart 8 Deluxe. Después de todo las novedades y mejoras se perciben más como un parche, que como una versión renovada del juego.
Y es que haciendo un recuento, los extras son poco sustanciales:
- Hay un total de 48 pistas (32 pertenecientes a la campaña regular y 16 extraídas del DLC) — No se incluyeron nuevas.
- Están disponibles 42 personajes (30 de la campaña regular y 6 del DLC) — Con Deluxe llegaron los Inklings de Splatoon, en versión niño y niña, ambos con 3 opciones de color; además también se sumaron al repertorio Bowser Jr., Huesitos y el Rey Bú, así como un Mario dorado desbloqueable una vez que completas cada copa en 200cc.
- Adicional al amplio repertorio de autos y componentes, ahora hay tres vehículos nuevos (regresa el Koopa Clown, además de un par inspirado en la estética de Splatoon).
- Se agregaron dos trajes nuevos con temática de Splatoon para que vistas a tus amiibos.
- Al fin puedes escoger varios colores para Yoshi y el Shy Guy.
- Y… ya.
Hay más, por supuesto —hablaremos de eso en unos momentos—, pero en resumen el modo carrera está desprovisto de contenido nuevo significativo y es una lástima, pues mayor cantidad de pistas hubiera significado un incremento en el valor de rejugabilidad. No es que al conservar el mismo número de copas que en Wii U este nuevo juego pierda dicha valía, sin embargo a los veteranos de Mario Kart 8 nos caería bien más terreno para poner en práctica nuestra habilidad. Si especulamos un poco, suena lógico que Nintendo tenga en sus planes lanzar DLC para la versión de Switch, sobre todo con el precedente de Breath of the Wild, pero al no haber nada confirmado lo único que queda es pensar que el contenido actual será definitivo, sin extras a futuro. Lo cierto es que tener desbloqueado prácticamente todo desde el inicio elimina la motivación para terminar cada pista en las diferentes dificultades; puedes hacerlo por entretenimiento o simplemente para reunir monedas —las cuales puedes usar para hacerte de cada vehículo, neumático y tipo de planeador—, pero no porque ese sea el objetivo. Al menos el tiempo que dedicamos para volver a liberar todas las opciones de personalización fue entretenido, pero tal vez porque lo hicimos en cooperativo; es muy probable que esa tarea se vuelva tediosa para una sola persona tras las primera hora.
Ahora bien, el término Deluxe suele asociarse con un refinamiento en diversos sentidos por lo que es válido preguntarse dónde está esa sofisticación dentro del nuevo Mario Kart 8. La respuesta, desafortunadamente, es cuestión de perspectivas. Verás, con todo y la falta de contenido hay elementos que alteran ligeramente la experiencia de juego, como la presencia de tener doble ítem en lugar de uno solo o que se removió el Fire Hopping para reemplazarlo con un tercer nivel de mini turbo. Si eres un purista de la competitividad, estos cambios te harán sentir como una lluvia de caparazones azules a centímetros de la meta, ya que alterarán el delicado equilibrio de las mecánicas originales. Y a decir verdad en nuestra reseña de la versión para Wii U aplaudimos que Nintendo limitara el uso de ítems, bajo el argumento de que eso propicia una competencia más justa y balanceada. Pero después de darle oportunidad a los reajustes, consideramos que son una buena adición en favor de hacer más divertidas las carreras. Por un lado la mayor disponibilidad de ítems podría hacer que algunos ventajosos se guarden los castigos más destructivos de los últimos lugares para aprovecharlos tras escalar en el ranking hacia la última vuelta, por otro esa técnica es de doble filo ante corredores muy habilidosos. En cuanto al salto infinito, removerlo fue una gran decisión —al menos en mi opinión—, dado que su uso rayaba en lo tramposo durante incontables partidas en línea y, a cambio, agregar el triple boost brinda un escenario de posibilidades estratégicas mejor diseñado, más astuto e inteligente. Dicho de otro modo, la sofisticación depende de quien acepte de manera favorable los cambios.
Al margen de lo anterior, Nintendo agregó al control una característica que si bien luce insignificante, es un gran paso para hacer más accesible el juego. Se trata de una asistencia técnica —digámosle ayuda, para ser más explícitos— que mantiene al auto siempre dentro de la pista, evitando que quien lo conduce tenga que enfrentar la frustración de caer una y otra vez en el mismo abismo. Pero más que un asistente para principiantes, me parece que su naturaleza es llevar de la mano a los niños pequeños. Y hablo por experiencia propia: tengo un hijo de 5 años que enfrenta sin problemas los títulos de LEGO y se abre paso libremente ante las complicaciones de Minecraft, pero que tiene dificultades para sostener el ritmo de una carrera en Mario Kart 8. Cuando jugó Deluxe con la ayuda activada, su frustración pasó al instante a diversión absoluta. Sé que eventualmente, cuando se adapte a las mecánicas, el mismo desactivará el asistente, porque el juego mismo te impulsa a hacer méritos por habilidad propia. Hay quienes considerarán que el volante inteligente es una especie de trampa, pero pude comprobar que la herramienta limita el uso de técnicas avanzadas, como el mini boost o el simple pero efectivo turbo de champiñón para agarrar en recta una serie de curvas.
Al fin, un respetable Battle Mode
Obvio lo más lo más emocionante de este Mario Kart es, sin lugar a dudas, el nuevo modo de batalla. Fue uno de los defectos del original para Wii U, y está entre las principales fortalezas de este título. Por si no lo recuerdas o simplemente no estabas enterado, en la versión de Wii U el Battle Mode estaba muy limitado, sobre todo porque las áreas de combate eran las pistas disponibles en el modo de carrera, sin cambios ni adaptaciones para hacer más interesante el conflicto. Con Deluxe no sólo hay arenas diseñadas especialmente para que se vivas encarnizadas batallas, también se agregaron modalidades que garantizan mucha diversión y amistades rotas.
Adiós a las interminables horas de reventar globos y en su lugar, bienvenidas sean otras actividades más emocionantes y frenéticas. Ahora hay una especie de Capture the Flag que básicamente es robarle un sol dorado al equipo contrario y tenerlo en posesión la mayor cantidad de tiempo posible. Hay otra modalidad en la que, valiéndote de plantas piraña, tienes que atrapar a todos los corredores del equipo contrario. También hay un modo en el que puedes agarrar hasta un total de 10 Bob-ombs para aventarlos sin compasión, hasta crear una caótica zona de guerra. Y, por último, hay una modalidad de Gold Rush en la que gana quien recolecte la mayor cantidad de monedas. Sobra decir que algunos modos son más divertidos que otros, pero se agradece la variedad pues te otorga varias horas de rivalidades cuando estés con amigos, o con desconocidos si juegas en línea.
Si ya tienes Mario Kart 8 en Wii U no encontrarás muchos argumentos para cambiarte a la versión de Switch, a menos que seas ultra fan de la franquicia o que quieras tener el juego para llevar a todas partes. Y es que aún si el Battle Mode era la pieza faltante para que este rompecabezas estuviera completo, estás pagando precio completo por una modalidad extra y por tener acceso a los corredores adicionales, algo que, en nuestra opinión, no se justifica —razón por la cual no le dimos una calificación más alta—. ¿Nunca tuviste Wii U y acabas de comprar un Switch? Entonces no lo dudes, Mario Kart 8 Deluxe es una gran adquisición que, junto con Breath of the Wild, te dará incontables horas de diversión. Es más, la experiencia de juego es una de las más memorables de los últimos años.
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