Situación de la empresa

Con apenas un par de meses en el cargo, Phil Spencer, nuevo director de Xbox, llega al E3 2014 con la titánica encomienda de contener la que podemos catalogar como una de las peores crisis de la marca desde que nació en 2001.

La estrategia de hacer del Xbox One una consola multimedia, siempre conectada y apoyada forzosamente en Kinect demostró ser un grave error ya corregido, pero que le pasó factura a la división, pues perdieron el mercado norteamericano y sufrieron el rebase prematuro y pronunciado del PlayStation 4 que aventaja al Xbox One, cuando menos, por 2 millones de unidades. Con crecientes presiones por vender la división Xbox y un rezago que crece cada mes, la edición 2014 del E3 resulta igual o quizá más importante que la del año previo.

¿Qué hace falta?

Nuevas propiedades intelectuales de peso. Eso es lo que el Xbox One requiere. Lo inquietante es que Microsoft nunca ha sido reconocido por lo prolífero de sus estudios desarrolladores y con Gears of War y Halo en la banca —uno porque apenas empezó su desarrollo y otro porque estará listo hasta el año entrante— sólo queda la opción de ideas frescas. La interrogante es ¿de dónde van a salir?

Por supuesto, en el evento mostrarán imágenes del nuevo Halo, pero el hype en torno a dicho lanzamiento difícilmente mantendrá el ritmo de ventas de la consola hasta 2015 y tampoco lo harán potenciales exhibiciones como la de Forza Horizon 2, Fable Legends o Call of Duty: Advanced Warfare, que para colmo, es multiplataforma. En resumen, Microsoft requiere presentar una nueva propiedad de la talla de Titanfall a no ser que Quantum Break termine por asombrarnos a todos.

¿Qué esperar?

En este momento las cosas no lucen bien para Microsoft. Está obligado a revelar propiedades nuevas, aunque las saque de la manga, de otro modo, el Xbox One empezará a fracasar formalmente en el mercado internacional.

Seguramente hará algún tipo de anuncio relativo a sus servicios de TV. Es decir, quizá veamos más de la serie de Halo producida por Steven Spielberg, algo de la NFL, gameplay de Call of Duty: Advanced Warfare de la mano de la tradicional complicidad entre ambas compañías, Activision y Microsoft, que se traduce en DLC que llega primero a Xbox. Tampoco descartamos que incluso Kevin Spacey se dé una vuelta por el keynote, aludiendo a aquello de que harán algo "inédito". Insistimos, aunque de manera sutil, Microsoft no podrá evitar caer en la tentación de hablar de TV. Por algo tiene un ejército de productores desarrollando contenidos, y ahora que bajó el precio del aparato, existen más pretextos para apelar a dicha función y conquistar nuevamente al mercado estadounidense que se le escurre entre las manos.

¡Ah, y claro! Seguramente veremos un anuncio más escandaloso sobre el nuevo bundle de Xbox One sin Kinect. Recordemos que el público al que la compañía también quiere llegar es a las familias americanas, muchas de las cuales no están pegadas a su computadora leyendo noticias de industria, de modo que el E3 sirve como escenario para anunciarlo oficialmente, acompañado tal vez de rebajas para el Xbox 360. Finalmente está el tema de PC y DirectX 12, que seguramente recibirá atención por parte de Phil Spencer, aunque no será prioridad.

Situación de la compañía

El Wii U acumula en año y medio de vida, las mismas ventas o menos de las que el Xbox One y el PlayStation 4 lograron en 6 meses, y si Microsoft y Sony se ponen las pilas en este E3, pueden dar el tiro de gracia a la consola, pues por más juegos exitosos que Nintendo anuncie en el futuro, la diferencia sería muy pronunciada para recuperarse. Tengamos presente que, le duela a quien le duela, el sistema de Nintendo está tecnológicamente rezagado con respecto a sus similares de Sony y Microsoft y las distribuidoras ya empezaron a caer en la tentación de abandonarla.

Por otro lado, algunos piden la cabeza del presidente de la compañía y otros insisten en que busque en nuevos mercados, especialmente el móvil, la solución a la crisis.

¿Qué hace falta?

Satoru Iwata, presidente de Nintendo, lo dijo claramente hace algunas semanas: un sólo juego puede cambiar el rumbo de una consola por completo. Y desde nuestra perspectiva, ése podría ser Zelda para Wii U. Si anuncian la primera entrega original de Zelda en alta definición, escoltada por Star Fox o Metroid, el Wii U podría emerger de las cenizas para recuperar el cetro que por muchos años portó en el mundo de los videojuegos. No hay que olvidar que cualquiera de estos anuncios y potenciales estrenos podría hacer mancuerna con un par de éxitos que vienen en camino: Smash Bros. y Bayonetta 2.

Eso es lo que Nintendo requiere. El 3DS se encuentra en buen estado, así que cualquier cosa que Nintendo revele en ese frente será bienvenido, pero lo verdaderamente crucial será ver anuncios pesados para el Wii U, que está en terapia intensiva y en necesidad urgente de una buena inyección de adrenalina para reactivar su corazón.

Lo que podemos esperar

El anuncio de un nuevo Zelda, además de necesario, es muy probable, pues Nintendo ha hablado de él durante un par de años y el Wii U no sobrevivirá a mucho sin buenos títulos.

También es factible que escuchemos hablar de Pokkén Fighters y un lanzamiento de peso para 3DS que podría ser Metroid, aunque nos gustaría más que fuera para Wii U. Probablemente Bayonetta 2 esté presente en el Nintendo Direct especial del 10 de junio por la mañana, mientras que en las tiendas de Estados Unidos, raudales de fans podrán disfrutar de Smash Bros. Ahora bien, si Nintendo coloca Zelda y Smash Bros. en los stands de Best Buy y otras tiendas durante el E3, aquello va a ser una locura.

Situación de la compañía

El PS4 lleva una amplia ventaja en términos de unidades vendidas, pero si algo se enseñó a sí mismo el sello PlayStation durante la generación pasada, es la posibilidad real de remontar en número de ventas, de modo que la división no podrá dormirse en sus laureles. Recordemos también que, al margen del éxito de su más reciente consola, Sony atraviesa por un momento sumamente complicado, pues arrojó pérdidas multimillonarias otra vez y un traspié del lado de PlayStation podría significar el último clavo en el ataúd de una empresa que se ha dejado rebasar en todos los ámbitos que antes dominaba.

¿Qué hace falta?

El E3 de este año representa una oportunidad de oro para despegarse definitivamente del Xbox One y afianzar la posición del PS4 como líder indiscutido en materia de videojuegos. Para ello, Sony tendrá que valerse de su fértil red de estudios desarrolladores, la cual deberá presentar títulos de gran peso que aporten el impulso definitivo.

La consola se vende como pan caliente aún sin killer-apps, sólo podemos imaginar lo que va a pasar cuando revelen el nuevo gran éxito de Media Molecule, Guerrilla Games o Team Ico. ¿Recuerdan The Last Guardian? La peor pesadilla de Microsoft en este momento sería, quizá, el relanzamiento de este título, acompañado de una fecha de lanzamiento formal.

Ya hablamos en otro espacio de que God of War es un anuncio improbable, pero si de alguna forma Sony también lo agenda para el próximo año, meterá en serias dificultades a Microsoft. Éste es el momento de tirar a matar para PlayStation, pues con ello bien podrían llevar a la compañía entera a una etapa de recuperación.

¿Qué esperar?

Si Sony es suficientemente astuto, aprovechará el E3 2014 para anunciar una nueva iteración de God of War de la mano de una invasión total de su sello en dispositivos como pantallas, smartphones y tablets con un PS Now mejorado y listo para salir.
PS Now es un arma muy interesante en el arsenal de Sony, puesto que no solamente apela a los videojuegos, sino que es capaz de apuntalar mercados seriamente afectados para la empresa, como el de los televisores y el de los teléfonos inteligentes.

The Order 1886 y la nueva entrega de UNCHARTED seguramente estarán presentes, acompañados por una cascada de juegos indie, información adicional sobre los contenidos exclusivos de Destiny en PS4 y, para rematar, sobre Project Morpheus, aunque esto no es prioridad, pues se trata de un prototipo. Insistimos: el as bajo la manga podría ser The Last Guardian, que lleva una eternidad en desarrollo, pero que tiene el potencial de convertirse en un éxito absoluto para la consola.