El entorno que rodea a la industria de los videojuegos en Estados Unidos no es muy favorable que digamos, pues los recientes hechos violentos y el señalamiento por parte de Donald Trump han considerado a los títulos como la fuente primordial en la que se inspiran quienes atacan. Aunque lo importante es que los incidentes dejen de ocurrir, recientemente se suscitó otro ataque donde los videojuegos salieron a relucir.
Según un reporte de Kotaku, a inicios de mes Alex Lovell, jugador de PLAYERUNKNOWN'S BATTLEGROUNDS y aspirante a competido profesional de esports, fue atacado por su pareja con una catana. La información refiere que Emily Javier, novia de Lovell, adquirió a finales de febrero una catana para asesinar a su pareja debido a que dejó de ponerle atención después de que se concentrara únicamente en jugar el Battle Royale por 12 horas diarias. Lovell, quien se definió como "etleta" (termino que están usando algunos jugadores de esports), negó que el ataque se hubiera llevado a cabo por el tiempo que pasaba jugando PUBG y lo atribuyó a un incidente de celos que provocó la ira de Emily.
Actualmente, Emily Javier está presa y espera un juicio por intento de homicidio luego de que se definiera la multa a la que se hizo acreedora: $350,000 USD.
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