En una charla con IGN, el fundador de Infinity Ward, Vince Zampella, reveló que la franquicia Call of Duty fue creada en cierta medida para dirigir un golpe contra Electronic Arts.
Todo comenzó a inicios de la década pasada, cuando EA intentó convencer a Zampella y su estudio 2015 Inc. —quienes habían desarrollado el exitoso juego Medal of Honor: Allied Assault— para que se unieran a la distribuidora. El problema, sin embargo, era que el desarrollador tenia otros planes en mente.
"Intentaron forzarnos a ser parte de EA", dijo Zampella, "pero nosotros no queríamos hacer eso [...] Cuando trataron de usar mano dura sobre nosotros, decidimos que no queríamos ser parte de EA. Como equipo, decidimos que ese no sería nuestro destino".
Posteriormente, Zampella fundó Infinity Ward y Activision adquirió el estudio en 2003, precisamente durante el mismo mes en que el primer Call of Duty salió a la venta. En la entrevista, el fundador admitió que la creación de Call of Duty fue parcialmente una respuesta a lo sucedido con EA.
En 2010, Activision despidió a Zampella y al cofundador de Infinity Ward, Jason West, por "insubordinación". Esto dio origen a una demanda que se resolvería un par de años después gracias a un acuerdo cuyos detalles de desconocen.
Luego, Zampella y West establecieron Respawn Entertainment y publicaron Titanfall en 2014 con la colaboración de EA. Titanfall 2, el nuevo juego de Respawn, llegará este mes a PlayStation 4, Xbox One y PC. Por su parte, Call of Duty: Infinite Warfare, título desarrollado por Infinity Ward, debutará en noviembre.
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