Tanto el síndico de los Estados Unidos como los acreedores de THQ, presentaron esta semana reclamos ante la corte de Delaware encargada de supervisar la bancarrota y venta de la distribuidora californiana, arguyendo que la directiva de THQ está acelerando el proceso de compra con el fin de que no haya tiempo de que se presenten otros candidatos más allá de Clearlake Capital Group, firma que ya presentó una oferta por $60 MDD.
La sospecha es que la mesa directiva de THQ tiene un pacto con Clearlake con el cual la jerarquía de la distribuidora permanecerá intacta si Clearlake los compra. Si los miembros de la gerencia del deudor (THQ) están más preocupados por retener el control sobre la compañía que por maximizar el valor de los bienes de la misma, esos intereses claramente están en conflicto con los de sus acreedores, explica la queja.
La idea sería que varias firmas o compañías externas tuvieran un lapso suficiente para evaluar la compra, y finalmente se llevara a cabo una subasta donde realmente se vendiera THQ al mejor postor, lo que en última instancia significaría la posibilidad de saldar las deudas de la distribuidora, pero como están las cosas, no habrá tiempo y la compañía se venderá a un único aspirante: Clearlake Capital Group.
El abogado de THQ, por su parte, dijo en días recientes que la premura del proceso se debe a que la empresa ya sólo tiene dinero para operar unas cuantas semanas o de otro modo tendrá que disolverse.
En información relacionada, esta semana se supo que THQ fue excluido de la bolsa de valores electrónica NASDAQ.
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