La cadena de canales de cable Viacom Media reveló esta semana que la entrega de premios VGX, celebrada a comienzos de mes, fue todo un éxito al reunir más de 1 millón de espectadores de 100 países que vieron el show por lo menos media hora continua.
Erik Flannigan, el vicepresidente ejecutivo del grupo Viacom declaró que el evento superó las expectativas y, de hecho, la polémica que rodeó a la premiación fue bien vista porque es completamente opuesta a la indiferencia, que realmente hubiera sido decepcionante.
"La muerte hubiera sido que nadie hablara, que a nadie le importara y que nadie tuviera una opinión al respecto.", explicó el ejecutivo.
Flannigan defendió también al comediante y conductor Joel McHale, cuyo ácido humor no encontró buenos comentarios entre la audiencia. El directivo explicó que el show fue muy largo y eso condujo toda la atención de los jugadores críticos hacia McHale.
Pero desde nuestra perspectiva, McHale no fue el problema cuando menos, no el único. La forma tan sobria de presentar los premios y la locación sin público le restó el matiz de relevancia e importancia que una premiación de esas características debería tener. Y sí... fue demasiado largo. El show duró 3 horas.
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