Aunque las cosas siguen sin lucir precisamente bien para Nintendo, por lo menos parecen estar mejorando un poco, y es que su más reciente informe financiero trimestral arrojó pérdidas totales que ascendieron únicamente a $220 MDD, en vez de los $325 MDD del mismo periodo del año pasado. Lo anterior se debe, en buena medida, a que el 3DS dejó de venderse a un precio inferior al costo de producción.
De cualquier manera, el balance no fue del todo positivo. Las ventas netas siguieron en descenso, cayendo a $1.08 mil millones de dólares, cuando en este mismo trimestre, pero en 2011 se ubicaron en $1.2 mil millones de dólares. Y pese a la recuperación del dispositivo portátil autoestereoscópico, la Gran N proyectó cierta decepción al señalar que el 3DS sólo despachó 1.86 millones de unidades a nivel mundial durante el periodo comprendido entre marzo y junio.
Por su parte, el DS y el Wii también arrojaron números decrecientes en cuanto a ventas, pero esto resulta relativamente normal, considerando que el primero ya fue sustituido por el 3DS, mientras que el segundo está a punto de ser relevado por el Wii U.
Precisamente gracias al Wii U, Nintendo mantiene una proyección optimista de cara al fin de este año fiscal en marzo de 2013, cuando espera reportar ventas por $10.4 mil millones de dólares y ganancias por $447 millones de dólares. El presidente de la Gran N, Satoru Iwata, asegura que con su nueva plataforma de sobremesa no cometerán los mismos errores de precio que con el 3DS, pues no pueden darse el lujo de tener otro mal año, aunque algunos piensan que, a la larga, Nintendo terminará por abandonar el mercado del hardware para enfocarse únicamente en el de los juegos.
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