El proveedor de software y servicios para desarrolladores de videojuegos, Havok, mejor conocido por su motor de física, exige que en la siguiente generación de consolas todo sea destruible, sin que exista pretexto válido para crear cuartos donde las paredes no puedan perforarse.
Así como en la pasada generación el efecto ragdoll (muñeca de trapo) fue lo principal y todo tenía que tener ragdolls, reconocemos que en la siguiente generación todo tendrá que ser destruible, señaló Andrew Bowell, cabeza global de administración de producto de Havok. Ya no será aceptable entrar en una habitación donde no puedas golpear una pared y hacerle un agujero o romper una mesa y verla astillarse, añadió.
No es sorpresa que Bowell diga esto, si consideramos que la más reciente iteración del motor de física, Havok, permite precisamente abundante destrucción, pero al margen de los intereses, es verdad que la destrucción se perfila para ser el futuro de interactividad; para muestra está también Frostbite, cuya tercera versión promete todavía más destrucción en Battlefield 4. Y si no basta con eso, se dice que el nuevo motor de Call of Duty: Ghosts permitirá también mayor destrucción.
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