REPORTE: los videojuegos pueden tener un impacto positivo

La percepción de los videojuegos en Estados Unidos se ha visto afectada luego de los eventos violentos de Sandy Hook. La polémica se expandió al ambiente político del país y diversos opositores al medio hicieron escuchar su voz y exigieron regulaciones más severas.

Sin embargo, múltiples especialistas de varias disciplinas plantean un escenario distinto. El poder de este medio interactivo, insisten, puede ser utilizado para desarrollar conductas positivas en varios grupos de la sociedad. Desde enseñar a los niños a comer más sanamente hasta mantener en forma el cerebro de los adultos mayores, los videojuegos pueden afectarnos para bien.

Por ejemplo, Jason Allaire, investigador de Gains Through Gaming Lab de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, destacó que los juegos pueden tener un impacto positivo, particularmente en las funciones psicológicas: "Nos enfocamos en la cognición y el aprendizaje, e intentamos comprender exactamente en cuáles mecanismos [otorgan beneficios], como el impacto [que tienen] en el tiempo de reacción y la memoria."

Recordemos que hace unos días reportamos un estudio de la misma universidad que señalaba que los jugadores mayores reportaban mayores niveles de bienestar emocional en contraste con los demás. Allaire señaló que culpar a los videojuegos por los males de la sociedad es una visión muy simplista.

El investigador, sin embargo, admitió que, al sugerir que los videojuegos podrían tener un impacto positivo, sería hipócrita negar que no podrían afectar negativamente la conducta. Por fortuna, diversos estudios constatan los beneficios de jugar. Por ejemplo, una investigación de la Universidad de Toronto mostró que los shooters o los títulos de carreras pueden mejorar la habilidad para encontrar objetivos ocultos. Esto resulta particularmente útil para inspectores de equipaje, especialistas en la lectura de rayos X o electrocardiogramas.

Desde el aprendizaje de otros idiomas hasta promover habilidades motrices y mejoras sustanciales en la capacidad de aprender, los videojuegos pueden —además de ser un entretenimiento o un objeto estético— ser herramientas para aprender nuevas técnicas y mejorar nuestra salud mental.