Más allá de los gráficos, el multiplayer o la campaña, la clave del éxito de Battlefield 3 estuvo en la animación, asegura el vicepresidente de EA Games, Patrick Soderlund. Cuando salimos el año pasado con Battlefield 3, pienso que tomamos por sorpresa a mucha gente. Y eso es porque era un esfuerzo deliberado donde nos sentamos con los muchachos y dijimos: ¿cuáles son las cosas que no nos permiten causar el máximo impacto en pantalla, donde podemos darle a los jugadores una experiencia que no han visto antes?, explicó Soderlund, quien hasta hace poco era director general de DICE.
Diseccionamos todos los shooters que había en el mercado y lo primero que notamos fue la animación. La animación era francamente una mierda. Y ahora, si juegas Battlefield 3 y luego juegas cualquier otro juego, casi instantáneamente piensas sobre lo pobremente animados que lucen, porque los sistemas que hay debajo no son buenos, continuó el ejecutivo.
Soderlund recordó que algunos miembros de DICE jugaban FIFA y NHL a la hora de la comida y de ahí vino la idea de adoptar el motor de animación ANT que usaban los juegos de deportes de EA. Al comienzo muchos no pensaron que fuera posible implementarlo en un shooter, pero Soderlund dijo: ¿Cómo de que no lo pueden hacer? Empezamos a hacer preguntas. Y luego repentinamente fue: Sí, podemos hacerlo y simplemente ocurrió.
Battlefield 3 despachó 15 millones de unidades, lo que aunado al servicio Premium, convirtió al juego en uno de los productos más rentables de EA a lo largo del año. Además de la animación, el juego introdujo el nuevo motor gráfico, Frostbite 2; entre ambas características, ciertamente, le dieron un realce tangible a la presentación.
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