En 2003, el autor John Beiswenger publicó una novela llamada Link, en cuya trama se emplea una máquina que permite a los personajes acceder memorias ancestrales para experimentarlas e incluso vivirlas, utilizando una especie de sistema de biosincronización. El problema es que, según el escritor, que ya ha presentado una demanda en contra de Ubisoft, el juego de Assassins Creed, salido en noviembre de 2007, copia directamente el concepto de su novela, protegido por las leyes de derechos de autor.
El problema es que, a pesar de que Assassins Creed usa un sistema parecido al descrito en Link, que le permite al usuario sincronizarse con los recuerdos de sus antepasados, almacenados en su código genético y revivirlos, la novela de Beiswenger no trata temas relacionados con los templarios, no se desarrolla en la Italia renacentista y no incluye protagonistas pertenecientes a una milenaria raza de asesinos.
Por el momento no se puede saber la postura que tomará la corte encargada de revisar el caso, sin embargo existe la posibilidad de que esta no proceda, especialmente porque la temática es completamente distinta, aunque exista un elemento pivotal tan similar entre las dos propiedades intelectuales. Un detalle interesante es que la manera en que la memoria genética puede ser procesada en Link involucra la existencia de una nueva partícula con cero masa y capacidad infinita, lo que es interpretado como evidencia de la existencia del alma humana.
Comentarios
Mejores
Nuevos