Muchos años han transcurrido desde que el ingenio japonés rescató auténticamente a la industria del videojuego a mediados de la década de los 80. Tristemente, hoy las cosas son muy diferentes y tal parece que los desarrolladores nipones se encuentran en un atolladero creativo o por lo menos eso es lo que piensa el padre de Mega Man, Keiji Inafune, quien nuevamente arremetió contra sus compatriotas durante una ponencia en la Game Developers Conference.
Inafune atribuyó el mencionado estancamiento a la falta de hambre de éxito. Nosotros, los japoneses, nos hemos olvidado por completo de eso [el éxito]. Antes, estábamos acostumbrados a ganar. En algún punto esos ganadores se convirtieron en perdedores y no reconocerlo ha conducido a un porvenir trágico para los títulos japoneses.
El también creador de Resident Evil comparó a los diseñadores de su país con ranas en un pozo, con una mente cerrada, pero también planteó una manera para salir del problema: pensar de una forma ganadora y no vivir del pasado. Ya sólo son grandes, grandes recuerdos, señaló Inafune, refiriéndose a los éxitos de otros años.
La industria japonesa del videojuego debe darse cuenta de la necesidad de desarrollar sus marcas, y debemos hacerlo ahora. Será demasiado tarde cuando nuestras marcas ya no tengan ningún valor, advirtió Inafune y agregó: El tiempo se acaba. Debimos darnos cuenta de esto cuando hice esas declaraciones hace un par de años, concluyó. Cabe mencionar que fue en 2010 cuando Inafune abandonó Capcom, arguyendo precisamente inconformidad con la manera en la que esa compañía aborda el desarrollo de entretenimiento electrónico actualmente.
Keiji Inafune no es el único que ha manifestado su molestia. Hace algunos meses, Tomonobu Itagaki atacó a la industria japonesa del videojuego, señalando que se encuentra por lo menos cinco años atrasada y hace falta tecnología, creatividad e ingenio.
Comentarios
Mejores
Nuevos