Gigantes de la industria como Electronic Arts y Activision tienen a cientos de personas laborando en proyectos taquilleros, en tanto Markus Notch Persson creó una propuesta que incluso desde su etapa alfa ya generaba $15 USD por cada descarga, tenía a millones de usuarios esperando las actualizaciones y a otro tanto más, organizando una convención a gran escala en Las Vegas. Con estética reminiscente a los juegos de 8-bit, esquema sandbox y la posibilidad de construir lo que fuera dentro del ambiente virtual, Minecraft se volvió un fenómeno de culto y uno de los productos de mayor auge en 2011.
Notch ahora vive con más comodidades, pero su excéntrico modus vivendi y humildes gustos geek se conservan, por lo que sigue trabajando en nuevas ideas. La más reciente se dio a raíz de la competencia Ludum Dare, que impulsó a todos los participantes a desarrollar un juego desde cero, en un tiempo máximo de 48 horas, basado en un tema sugerido por la comunidad; fuera de las restricciones, no se limita la creatividad, y ya quedó demostrado que este talentoso programador puede expandir una idea simple a proporciones épicas. El nombre de su propuesta fue Minicraft, un juego con fuertes influencias de The Legend of Zelda, y un toque de creación al estilo Minecraft, la que planea llevar al siguiente nivel con una secuela directa, o dicho de otro modo, el refinamiento del concepto.
Minicraft 2 está en curso sin ninguna razón específica, aunque necesita un mejor nombre comentó ayer Persson en su Twitter. Al parecer aún sigue en el borrador, pero este nuevo título promete sorprendernos con acción y terreno modificable que de primera impresión, podría cautivarnos, aunque no existe fecha de lanzamiento, ni imágenes dicho sea de paso, sólo la afirmación de que llegará algún día. Cabe mencionar que este hombre recién dejó la dirección de Minecraft para dedicarse a propuestas diferentes, incluida Scrolls, una apuesta por combinar los juegos de mesa con entretenimiento de cartas tipo Magic: The Gathering.
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