Zynga ha logrado capitalizarse rápidamente gracias al éxito masivo de juegos como FarmVille o CityVille, aunado a ser el gran proveedor de juegos para Facebook. Sin embargo, el New York Times cree que el éxito de la compañía se debe en parte a las duras condiciones laborales de sus empleados, situación que podría no ser beneficiosa a largo plazo; además, esta podría ser la razón de que Rovio haya decidido no querer ser parte del emporio Zynga, despreciando un trato valuado en sumas estratosféricas.
En un reporte aparecido la semana pasada, el New York Times entrevistó anónimamente a varios empleados de Zynga, los cuáles coinciden en que las prácticas laborales del gigante van de largas jornadas laborales y fechas de entrega apresuradas. Los empleados están de acuerdo, además, en que estas condiciones laborales podrían generar una "fuga de cerebros"; el director de recursos humanos de Electronic Arts, Gabrielle Toledano, coincide con esta perspectiva:
"Creo que muchas compañías de juegos y tecnología comenzarán a reclutar talentos de Zynga... Los competidores buscarán ofrecen oportunidades mucho más atractivas para la gente creativa." Esta fuga sería especialmente grave ahora que Zynga está buscando volverse una compañía pública y ofertar acciones en la bolsa de valores. El valor mismo de la compañía, según analistas, se cotizaría en unos $15 a 20 mil millones de dólares.
Por otro lado, Rovio, los desarrolladores de Angry Birds, declinaron la posibilidad de ser adquiridos por Zynga en un negocio valuado en $2.25 mil millones de dólares en efectivo y acciones; la razón de esta negativa fue precisamente la preocupación sobre las cultura laboral de Zynga. Las mismas condiciones se presentaron como argumento cuando PopCap declinó ser adquirido por Zynga por $950 millones de dólares, siendo integrado finalmente a Electronic Arts por $750 millones, con participación en acciones y $550 millones adicionales en bonos.
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