¿Qué pasaría si el control de tu consola pudiera medir estados de tensión o incertidumbre y que esos datos afectaran lo que ocurre en el juego? Esta nueva relación entre el jugador y la máquina podría ser más que un cuento de ciencia ficción: Sony ha patentado un nuevo modelo de control biométrico basado en los diseños existentes del DualShock 3 y el control de Move.
La patente del control biométrico describe tres tipos de mediciones: humedad de la piel, ritmo cardíaco y movimientos musculares. El diagrama muestra que el jugador dará estos datos simplemente al sostener el control entre sus manos.
Las funciones propuestas por Sony para estos datos serían, por ejemplo: un rifle de francotirador cuya estabilidad aumentara si el pulso del jugador se mantiene relajado; movimientos más rápidos de un personaje ante una subida de adrenalina en el jugador; una barra de salud que disminuye rápidamente frente al estrés. La dificultad de los juegos podría cambiar dinámicamente también, además de la música de fondo, según la tranquilidad o tensión del usuario, además de hacer que los personajes reflejen estos estados de ánimo.
Hace tiempo, el Wii Vitality Sensor pretendía realizar mediciones parecidas, pero Nintendo no ha vuelto a hablar de ello, y Sony ha sido mucho más específico respecto a las posibilidades de su control biométrico. Si este dispositivo resulta exitoso, podría generar un cambio en el modo en que nos relacionamos con los videojuegos. Quién sabe, es sencillo ver incluso posibles aplicaciones médicas. Esperemos que nueva información a este respecto no tarde demasiado en presentarse.
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