De acuerdo con una columna redactada por el ex secretario de educación de los Estados Unidos, William J. Bennet, los hombres están tan absortos en los videojuegos que, por primera vez en la historia, las mujeres están mejor educadas, son más ambiciosas y debatiblemente, más exitosas que los hombres.
En un mensaje que bien podría catalogarse como sexista, pues sugiere que la única razón por la cual las mujeres han progresado es porque los hombres están distraídos, Bennet sostiene que los adultos entre 18 y 34 años de hoy pasan más tiempo jugando que aquellos entre los 12 y 17, desatendiendo la búsqueda de trabajo, el ámbito familiar y el matrimonio.
Si no creen en los números, sólo pregunten a una mujer joven sobre los hombres de hoy. Las escucharán hablar sobre adolescencia prolongada y hombres que se rehúsan a crecer.
Para el analista de inclinación republicana y conservadora, la razón detrás de este supuesto patrón es un mensaje confuso sobre lo que significa ser hombre. Por un lado, las calles convocan a un machismo con actitud, mientras que la televisión, la música y, por supuesto, los videojuegos ofrecen lecciones cuestionables a aquellos hombres, cuyos padres los abandonaron.
Los padres de la nación creían, y la evidencia lo avala, que la industrialización, el matrimonio y la religión son la base del poder del hombre y sus logros. Deberíamos decirle a un buen número de veinteañeros:'dejen los videojuegos por cinco horas al día, recompónganse, obtengan un trabajo desafiante y cásense,'" concluye la columna.
Si bien es cierto que el núcleo familiar se está viendo afectado por una demanda laboral cada vez más exigente, lo anterior poco o nada tiene que ver con las formas de entretenimiento actuales. Por otra parte, el hecho de que Bennet exalte a la religión como única salida es un ejemplo retrógrado de radicalismo que ya no tiene cabida en una época donde la libertad y diversidad son la columna vertebral para el respeto.
Como precisamos en el primer párrafo, suponer que las mujeres han progresado a causa de las distracciones contemporáneas que enajenan al hombre constituye no sólo una falacia, sino también un insulto para el género femenino, que si ha alcanzado el éxito, ha sido por méritos propios y una lucha incansable por sus derechos que se remonta siglos atrás.
Si es que existe una atenuante para esta ideología, podría ser la avanzada edad de Bennet, quien hoy tiene cerca de 70 años, lo que claramente ha afectado su juicio. Entre otras de sus declaraciones polémicas, el ex funcionario afirmó en 2005 que: abortar a todos los bebés afroamericanos sería imposible, ridículo y moralmente criticable, pero los índices de criminalidad disminuirían; naturalmente, esto trajo consigo una andanada de protestas.
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