Originalmente agendada para el 7 de mayo de este año, la presentación ante la corte de la querella protagonizada por Activision y Vince Zampella junto a Jason West fundadores de Infinity Ward se aplazó hasta el martes 29 del mismo mes, esto a petición de los abogados de la distribuidora. Ese mismo día se presentará también el caso de los empleados que renunciaron al estudio por inconformidades para con Activision.
Zampella, West y los trabajadores de la casa de desarrollo alegan que Activision se negó a pagarles sus regalías por Modern Warfare y Modern Warfare 2 hasta que no terminaran la trilogía completa, mientras que la compañía de Bobby Kotick asegura que los creadores de Call of Duty conspiraron para pasarse a Electronic Arts sin haber cumplido antes con todo su contrato. Zampella y West también pretendían demandar a Activision por inducirlos a aceptar cláusulas contractuales que iban en contra de sus intereses, pero un juez de Los Ángeles desechó dicha moción hace algunas semanas.
Zampella y West buscan alrededor de $40 millones de dólares; los casi cuarenta exempleados de IW, entre $75 MDD y $125 MDD; mientras que de ganar, Activision podría embolsarse $400 MDD en reparación de daños.
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