Nos estamos volviendo la burla del mundo civilizado, declaró para ABC News, el ministro del Interior de Australia, Brendan OConnor, y agregó: pues somos el único país que no tiene una clasificación R18 para videojuegos. Esto después de que el Comité Australiano de Clasificación se negara a otorgarle a Mortal Kombat una clasificación distinta luego de que el juego les pareció inapropiado para MA15+, lo más parecido a la clasificación Mature para videojuegos en ese país. OConnor demanda que se llegue a un consenso para introducir la clasificación R18+ en el sistema, pero esto será hasta julio próximo.
No podemos seguir teniendo un sistema de clasificación anticuado, eso es lo que en mi opinión está causando daño a los jóvenes, continua OConnor. Venimos de más de diez años de no actuar, haciendo notar que este asunto ha estado en la agenda australiana desde 2002.
Para los opositores de la clasificación R18+, OConnor hizo la siguiente declaración: El hecho de que a veces la gente maneje muy rápido en las carreteras, no significa que no debamos tener un límite de velocidad para cada carretera particular, así que es obvio que el ministro está consciente de que las leyes pueden romperse y que los niños pueden tener acceso a juegos R18+ sin permiso, sin embargo, su argumenteo es que un sistema de clasificación revisado es necesario para dar una mejor guía a los padres.
Las clasificaciones deben funcionar como una orientación para saber qué puede esperar el consumidor de un juego, no para restringir su circulación. Por otro lado, efectivamente es posible que los niños tengan acceso a videojuegos que podrían ser inapropiados para ellos, pero es responsabilidad de sus padres educarlos y enseñarlos a diferenciar entre realidad y fantasía, aunque si extendemos esta situación a nivel mundial, parece que los organismos clasificadores (como el ESRB) sirven más para indicar cuáles juegos no pueden jugar los niños que para orientar las decisiones de compra del consumidor adulto. Además, los juegos pensados exclusivamente para adultos son otro asunto espinoso que sigue dando de qué hablar
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