Has escogido: B: Hablar con el tipo moreno antes de salir de la jaula.
Sacudes el hombro del tipo acostado en el suelo de la celda hasta que lo despiertas.
El hombre te ve, y se pone de pie. Ha de medir al menos dos metros. Sus bíceps son tan gruesos como tu cabeza. Sus piernas son dos columnas de ébano. Sus musculos pectorales son tan grandes que Sr. Quake podría acostarse en ellos y ronronear y estirarse sobre ellos y aún así no abarcarlos del todo.
Nota que tienes una espada y empieza a pedirte que la uses para cortar los barrotes. O eso es lo que parece, porque está hablando en un idioma incomprensible. El tipo junta sus palmas, en actitud humilde. Te está rogando que lo saques de ahí.
Blandes tu espada contra los barrotes y algo curioso ocurre. Los barrotes no se cortan sino que desaparecen del todo, junto con el resto de la celda. ¿Acaso esa espada misteriosa tiene una magia que te permite salir de prisiones hechas por esa raza de murciélagos? No tienes ni idea. Pero le haces señas al hombre negro para que te siga.
Caminan cuesta arriba por una cuesta, con el Sr. Quake manteniéndose cerca de ti (parece desconfiar del desconocido). Estarían sumidos en la más absoluta oscuridad de no ser por esas inexplicables antorchas que iluminan el lugar. ¿Por qué una raza de seres nocturnos necesita esas antorchas? De nuevo, no tienes ni idea.
Si tuvieras que describir ese lugar extraño a alguien dirías que parece una especie de embudo. En las paredes de ese embudo se encuentran todas las celdas. Y en el techo, suspendidos, los hombres murciélago, al parecer dormidos. De seguir ascendiendo por ese camino, eventualmente te encontrarías con el resto de las celdas, donde se encuentran más personas.
Sin embargo, antes de que eso ocurra, el camino se bifurca. A la derecha, puede apreciarse un pequeño camino que acaba en una escalera rudimentaria, y muy muy arriba, un pequeño punto de cielo nocturno. Al parecer esa es la salida de ese lugar. El otro camino lleva al resto de las celdas.
Empiezas a caminar hacia la aparente salida, pero el tipo agarra de tu playera (o lo que sea que estés vistiendo en este momento) y te vuelve a soltar una parrafada en su idioma incomprensible, haciendo señas hacia arriba, hacia la gente aprisionada, y juntando las manos. Comprendes el sentido general: te está pidiendo que rescates al resto de la gente.
¿Qué harás?
A: Ignorar al hombre negro y dirigirte a la salida.
B. Ayudar a los demás.
Gracias por participar en el post anterior. Por favor, sigan participando para que el viaje continúe!