Hace poco más de 2 meses que terminé una relación de aproximadamente año y medio, supongo que uno supera estas cosas un poco más rápido cuando ya te han roto el corazón antes. A los 23 años uno sigue siendo muy joven como para saber con certeza qué rumbo toma la vida pero suficientemente viejo (o un poco maduro, tal vez) como para desear algo de estabilidad. Quizá por eso es que uno se aferra más. Pero esto es un sitio para hablar de videojuegos, y yo no compartiría nada de esto por aquí a no ser que hable de videojuegos, porque de no ser así no le interesaría a nadie, y yo sería el primero.
Las cosas sucedieron un sábado por la noche, salí de su carro por última vez, creo que bastante del tiempo que compartimos está guardado en una buena parte del registro de kilometraje de su camioneta. Para el siguiente lunes todavía no estaba del todo despierto, hacía mucho que no me dedicaba bien a jugar algo y lo único que tenía era el Doki Doki Literature Club a medias, pues me puse a terminarlo para distraerme, aún con la cabeza en las nubes.
Podría decir que a modo de catarsis, escribí hace un par de meses un post cringe envuelto en esta situación con pequeñas pretensiones poéticas ridículas. Ahora sólo quiero hablar concisamente de mi experiencia con este juego. Hago énfasis en que trato spoilers porque es un juego enteramente narrativo en donde las sorpresas son la parte que le da sabor a la experiencia.
La verdad es que no he jugado alguna otra novela visual en mi vida o al menos no puedo mencionar otro nombre por el momento. Puedo intentar adivinar que otros juegos del estilo van sobre conocer mejor los personajes, y si también es juego de citas de harem anime, tienes un final exitoso con alguno de los personajes. En Doki Doki tienes cuatro personajes carismáticos. Y sin dar tanto rollo, pues sí, les llegas a conocer, este fue uno de los aspectos que más se me quedaron, pues bien sabido es el cambio de tono en la atmósfera del juego, mientras más conoces los personajes más siniestro y violento se pone el juego en general, sangre y cuchillos y suicidios y poemas. Sin embargo, soy consciente que la novela visual tiene algo más, algo así como su alma, y es la total manipulación sobre sucesos, las historias bifurcan y la agencia del jugador tiene peso total, y si es el caso, el juego lo refleja con finales diversos. Resulta que Doki Doki lleva a un sólo final.
Sayori, Yuri, Natsuki y Monika, aparte del jugador, son los personajes en todo el juego. Sayori, Yuri y Natsuki tienen arcos dentro del juego, tienen una historia y un lado de su personalidad escondido. Como el noob que soy, traté todo el tiempo de inclinarme por Sayori, la típica amiga del anime que le brinda cariño incondicional al protagonista (sería el momento que pasaba). Y luego está Monika. Sabemos que las otras tres personajes tienen sus historias que indagar; la historia de Monika es Doki Doki Literature Club. Monika es la dama que lo sabe todo, al final sabemos que es un personaje despierto del videojuego que se enteró que estaba encerrada en aquel juego.
Cuando terminé con mi ex novia no lo tomé nada bien, no digo que terminamos mal, pero uno se va a su rincón a seguir con su duelo. Y honestamente dije algunas cosas que ahora (y quizá en el momento) sé que era mejor callar. Simplemente no lo podía asimilar. ¿Por qué ninguna de las miles de formas que intenté llegaban a un buen final? Era lunes cuando terminé Doki Doki, dos días antes terminé también aquello otro. Monika era quien estaba empujando a las otras personajes a sus límites para también acabar con ellos. Monika iba a ser la única. Yo he sido Monika, he cometido errores y he tratado de no aceptar las consecuencias. No puedo controlarlo todo, no puedo controlar a una persona, no puedo controlar a otro jugador en su propio juego con sus propias decisiones. No puedo controlar la vida de alguien. No, no teníamos esa clase de relación, pero al final pensaba que todo estaba en mi determinación por hacer que las cosas funcionen cuando ella no tenía los ánimos de continuar, los errores para llevar las cosas a ese punto también los cometí yo, también los cometió ella.
Entonces cuando jugaba y estaba yo y sólo Monika, la borré, y eso terminó todo, o eso parecía. El paso del jugador, MI paso por el club de lectura de Doki Doki en realidad es un acto irreversible. Y Monika vuelve a aparecer. Esta vez dándose cuenta que lo nuestro no puede ser, yo soy un tipo viviendo en esta extraña realidad y ella sólo es un dibujo con frases pre-escritas y una voz pre-grabada. Nunca sabremos si lo que siente Monika por el jugador es real (probablemente no lo sea) a pesar de ser un código de programación. Pero lo que sí sabemos es que el único final, ya que esta es su historia, no es el final que ella espera, y elimina el juego. De la computadora. Se van los archivos. "Y si no sé cómo amarte, te dejo ser" son sus últimas palabras.
Yo he sido el personaje que trata de controlarlo todo hasta que se da cuenta que no es posible. Y sí, trato de decir que un juego de waifus y monas chinas dibujadas me dio una lección. Qué diría Dan Salvato después de saber que hay perdedores que ven cosas personales en su juego que sólo quiere ofrecer una historia cool de chicas lindas de anime.
Puede ser interesante lo que hacen los videojuegos.