Mamoru Oshii es un caso extremo: o lo amas o lo odias. Su estilo de ritmo lento (en serio lento, más lento que las tortugas), diálogo sobresaturado y trama mínima no es para toda la gente, definitivamente. Una breve reseña de algunas de sus obras.
Angel's Egg (Tenshi no Tamago, 1985): Es una OVA de 45 minutos de duración, que, si no me equivoco, fue la primera vez que Oshii estuvo en el puesto de director. Independientemente de lo que pienses de esta obra, creo que todos podemos estar de acuerdo en al menos una cosa: ¡visualmente es hermosa! Y única; en verdad creo que no hay ningún anime que tenga esta belleza visual. La intención del Oshii era que sintieras que estuvieras viendo una pintura en movimiento, no sólo una animación, para lo cual colaboró de cerca con el genial Yoshitaka Amano (diseñador de personajes de los primeros Final Fantasy, y de películas como Vampire Hunter 2000: Bloodlust, entre varios otros trabajos). Supongo que fue una pesadilla lograr que los personajes y escenarios se vieran tan parecidos a las obras de este artista, pero en ese aspecto, todos podemos concordar en que fue un rotundo éxito.
Este OVA fue mal recibida por la crítica y por el público. Nadie comprendía lo que quería decir. La trama es muy, muy rara y minimalista, y prácticamente no hay diálogos. Podría llevarte a un sueño profundo o a que empieces a reflexionar profundamente sobre su significado. Aunque yo no comprendí nada de lo que estaba ocurriendo, me alegro de haberla visto porque: a) visualmente es una delicia, b) amo el estilo de animación, la música, e incluso los pocos diálogos que tiene, y c) es fascinante contemplar cómo un joven Mamoru Oshii empieza a crear su estilo, que terminará de afirmarse en sus producciones posteriores. Por cierto, investigué un poco, y resulta que la trama es una alegoría de la fe, y cómo la estamos perdiendo poco a poco en este mundo que se hace cada vez más laico... o algo así. Si quieren checarla, tal vez la puedan encontrar completa en youtube.
Patlabor: The Movie, 1989:
Oshii dirigió los primeros OVAS de esta anime basado en el manga de Masami Yuki, y terminó también dirigiendo la primera película. Aquí se formó el equipo creativo de trabajaría regularmente con él en sus siguientes producciones: Production I.G (aunque en aquel entonces se llamaba I.G. Tatsunoko), Kenji Kawai en la música y Kazunori Ito en el guión. Todos los elementos recurrentes de su filmografía se encuentran aquí: alto simbolismo cristiano, ritmo lento a morir (estuve a punto de quedarme dormido) conversaciones que siguen, y siguen, y siguen y que pueden ser resumidas con una o dos frases, y un diseño de personajes muy "limpio", muy alejado de los clichés de los personajes de los animes genéricos. Algo que noté es que su estilo es excesivamente serio para el material con el que trabaja; las partes en las que trata de manejar humor no lo consigue porque se siente forzado y torpe, como alguien que no acostumbra contar chistes de pronto quiere comenzar a hacerlo, pero no sabe cómo. La trama es muy interesante, y, en verdad, quería que me gustara esta película, pero no dejaba de pensar en que en manos de otro director, este filme hubiera sido lo que debería de haber sido: una intensa película de acción robótica con buenas peleas y un argumento relajado. Casi no hay acción, pero con la cantidad de mechas que hay ahí, hubiera podido haber mucha más. Hay varios diálogos que no van a ninguna parte, que al parecer tratan de darle profundidad a personajes secundarios... los cuales no tienen ningún desarrollo, y ningún rasgo interesante. Esos personajes son mostrados en la película sólo como cabezas que hablan y hablan con tono monótono y aburrido, algo tan emocionante como ver el pasto crecer: son superficiales y perfectamente reemplazables por un robot que no hiciera otra cosa más que hablar.
Pero viendo lo positivo de la trama, veremos que la animación es absolutamente hermosa: para mí, la época dorada del anime es entre los años 1985-2000, años en los que la animación se hacía casi sin ayuda de computadoras, y si a eso aunamos el trabajo de artesanos, como los genios de Production I.G, como resultado veremos un orgasmo visual. Todo esto para decir lo siguiente: aunque la acción en las peleas finales al final pudo ser más abundante y frenética, la animación en ésta está tan detallada y tan finamente hecha que vale la pena aguantar el aburrimiento con tal de llegar a ella.
Ghost in the Shell (1995):
Ya todos conocemos esta película, nombrada por medios occidentales y críticos como Roger Ebert como una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos. Realmente tiene muchos puntos en común con Patlabor: The Movie. Sigue el ritmo lento, tanto que causa que la mayoría de los que la ven se rindan a los 20 minutos, con un exceso de diálogos sobre política, corporaciones y tecnología, sigue el diseño de personajes "limpio" y muy naturalista, sigue la animación extraordinaria, continúan Kenji Kawai y Kazunori Ito en el equipo del director, y está el tratamiento inexplicamente serio a un material fuente juvenil y relajado. Sin embargo, todo lo que falló en Patlabor aquí tiene éxito, y todo es gracias a la historia.
Por ejemplo, mientras que las alusiones judeo-cristianas se sentían fuera de lugar en Patlabor, aquí quedan como anillo al dedo (tanto que esa extrañísima escena del ángel hasta llega a verse bien), siendo la base de historia un detontante de preguntas filosóficas tan antiguas como la humanidad, pero en un contexto de ciencia ficción, en donde la tecnología permite que extraigan tu "ghost" y lo pongan en un cuerpo cibernético para servicio del gobierno. ¿Qué es un ser humano? ¿Qué es la vida? ¿Cuál es la definición de ser vivo? Muchas y más preguntas de ese calibre son hechas en conversaciones filosóficas clavadísimas, mientras que en el fondo se alcanza a percibir una trama de conspiraciones entre corporaciones y secciones del gobierno, que a diferencia de Patlabor, sí aporta algo de valor al filme... si es que les pones atención, claro. Hay una gran parte de la trama que no se muestra sino que se nos cuenta a través de estas conversaciones, algo que puede ser molesto (la finalidad del cine es mostrar, no "contar"; toda esa exposition es dada a palo seco, como si de una radionovela se tratara),algo que, como ya he dicho en varias ocasiones, es el principal obstáculo para disfrutar de la película. Sin embargo, lo que ayuda a que sigas interesado es, en primer lugar la hermosísima animación (creo que es la segunda mejor que he visto en un anime, sólo después de Akira), y en segundo, la trama, la cual hace que en verdad te preguntes qué es lo que ocurrirá al final. Entre sus otras virtudes están:
- La música. Las mejores partituras de Kenji Kawai, punto.
- La actuación vocal. Muy, muy lejos de las voces y actuaciones que oímos en el anime genérico, las voces de esta película se oyen como que en verdad pertenecen a adultos, con una mentalidad adulta actuando para una audiencia adulta, y no a caricaturas gritonas.
- Impresionante acción, aunque, de nuevo, es bastante poca. La secuencia final está tan bien realizada que simplemente no me canso de verla. Bueno, con decirles que está tan buena la acción que inspiró a que los Wachowski plagia..., ejem, tomaran prestadas varias escenas para The Matrix.
- La personaje principal, aunque fría y secante, es cool, fuerte, y simpática. Batou y Togusa son bastante carismáticos también, y es una suerte que sean los protagonistas de GitS2: Innocence.
En suma, una película bastante recomendable, aunque no es para todo el mundo.