Top Gear: Una joya del Super Nintendo

Muy buenas tardes banda, el día de hoy me gustaría hablarles en mi primer blog de un juego poco conocido de SNES. Espero les guste.

Divertido, simple, adictivo, completamente genial.

Top Gear (sin relación alguna con el popular programa británico) es un juego de carreras de 1992 para Super Nintendo publicado por Gremlim Graphics y distribuido por Kemco, responsables de distribuir el infame Daikatana. A pesar de no ser un juego tan famoso, Top Gear contó con múltiples secuelas para diversas consolas que, al igual que esta entrega, pasaron sin pena ni gloria. Sin embargo, Top Gear tiene el honor de ser uno de los mejores juegos de carreras que podrías encontrarte para el Super Nintendo.



Top Gear fue uno de los primeros videojuegos que jugué en mi vida, y ciertamente el primer juego de carreras que tuve entre mis pequeños dedos de 4 años. Este título me impuso el estándar de cómo debían ser los juegos del género.

Todo en él era grandioso: la velocidad, las pistas, la adrenalina, la dificultad, pero sobretodo la música. Por Dios, la música es lo mejor que tiene este juego. Honestamente, nunca he vuelto a sentir con ningún otro juego de carreras la misma emoción que experimenté con Top Gear. No quiero decir que no disfrute otros títulos, como Mario Kart, por ejemplo, Dios sabe que lo hago, solo que Top Gear ha sido diferente, no digo que mejor, sino diferente. No puedo decirlo de otra forma. Y creo que esta emoción tan particular jamás habría sido posible de no haber sido por los grandes, aunque pocos temas. Es imposible no mover tu cabeza al ritmo de tan sensacional música mientras vuelas sobre el asfalto. Tan buena es. Es enserio, búscala en YouTube, cierra los ojos y siente como la adrenalina fluye por tus venas.


Puedes escoger entre cuatro carros distintos, cada uno con sus ventajas y desventajas.

Como todo buen título de carreras no correrás solo. En Top Gear, otros 19 conductores darán lo mejor de ellos con tal de hacerte morder el polvo. Dependiendo de tu desempeño en las carreras será la posición en la que empieces la siguiente. Si terminaste en 1º, empezarás en 20º lugar; si acabaste en 2º, comenzaras en 19º; y así sucesivamente.

Algo que siempre me llamó la atención en este juego y que no recuerdo haberlo visto en ningún otro antes o después fue que, en el modo de un jugador, la pantalla se divide en dos. En la parte superior está tu carro; mientras que en la inferior, uno que parece asumir la función de tu “rival amistoso” pues no te ayuda ni te perjudica más que cualquiera de los otros 18 rivales. Aunque eso sí, su I.A. es bastante superior a la de la mayoría de los otros carros, pudiéndote dar competencia a ti y a los otros 3 o 4 carros que disputan siempre el primer lugar. Hablando de la competencia, el nivel de dificultad es bastante bueno sin llegar a ser frustrante. Recuerdo que cuando era niño, el nivel más fácil llevaba mis habilidades al límite y me hizo botar el control más de una vez para agarrarlo inmediatamente y volverlo a intentar. Incluso ahora las otras dos dificultades ofrecen el reto perfecto para no perder el interés en el título. (Esto puede significar dos cosas: O soy muy malo, o la dificultad es muy alta. Personalmente, prefiero creer la segunda.)


Debido a que algunas pistas se extienden más que las normales 3 vueltas, tendrás que parar a los pits a recargar gasolina.

Las pistas están diseñadas tomando como base diversos lugares de todo el mundo. Son 37 en total repartidas por 8 países del mundo. Desde Estados Unidos a Japón, como de México a Rusia pasando por Inglaterra. La mayoría de las pistas cuentan con elementos emblemáticos del país que representan en el fondo. Por ejemplo, Chichen Itzá tiene pirámides, en Londres se aprecia el Big Ben y en Los Ángeles se puede leer el clásico “Hollywood” en una montaña. Esto no quiere que las pistas tengan mucho detalle o sean visualmente impactantes, en realidad los fondos son muy sencillos y esto no pasa de ser más que un lindo detalle. Los obstáculos en las pistas tampoco son cosa del otro mundo. Árboles, piedras, letreros de precaución y otros carros se interpondrán entre tú y la meta. Sin embargo, los gráficos son buenos para los estándares y capacidades de ese entonces. Si bien las pistas no son para nada memorables lo que vuelve especial a este juego es el sentimiento de velocidad que logra evocar el juego gracias a las fluidas transiciones de la pista. Y por si fuera poco, este sentimiento se ve intensificado al usar uno de los tres impulsos nitro de los que dispones en cada carrera. Cada impulso te dará más velocidad al costo de complicar un poco el maniobrar tu automóvil.


Otro detalle que siempre me sacó una sonrisa es que si chocas varias veces seguidas, tu piloto insultará a los competidores o maldecirá.


Y hablando de controles, estos son bastante precisos y refinados. De hecho, son tan buenos que a pesar de que mi control de SNES ya no se encuentra en las mejores condiciones, no tuve gran complicación en dirigir mi vehículo en la dirección deseada.



Top Gear cuenta con ese toque único con el que cuentan los grandes títulos del Super Nintendo y les concede ese no-se-qué-qué-se-yo tan mágico que los vuelve tan memorables. Definitivamente, Top Gear es un juego subestimado que si le das una oportunidad te dará incontables horas de diversión. (Vamos, siquiera en emulador, tú sabes que quieres*).



* La piratería es mala niños. Digan no a la piratería.
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¿Alguna vez tuviste la oportunidad de jugar este título? ¿Qué te pareció?
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