¿La industria está destinada a convertirse en un monopolio?

La nueva guerra entre Microsoft y Sony


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Esta semana, la autoridad de mercados y competencia del Reino Unido ha recomendado revisar los términos de la fusión entre Activision y Blizzard, la cual, según su opinión, podría redundar en una menor competencia y en el inicio del camino hacia un monopolio en la industria. La autoridad argumenta que Microsoft podría "retirar o degradar" el contenido de Activision Blizzard de otras consolas y servicios, y que la compañía podría "utilizar su ecosistema para levantar barreras de entrada y bloquear a sus rivales en los servicios de juegos en la nube"; asimismo, la propiedad sobre franquicias tan fuertes como Call of Duty podría impedir que sus rivales compitan efectivamente. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos está haciendo una investigación semejante. La pregunta es: ¿desaparecerán los grandes estudios? ¿La industria está destinada a ser monopólica?

Para explicar lo que está pasando, tenemos que recurrir a un concepto que nuestros seguidores ya conocen, el de consolidación de la industria. Todas las industrias pasan por un ciclo, en el que a una etapa de crecimiento y expansión sigue una fase de madurez o "consolidación", que quiere decir, los competidores de un ecosistema son adquiridos por las compañías más poderosas. Es decir, en un punto los grandes estudios como Blizzard, Bethesda y otros podían poner condiciones a las grandes compañías y ser competidores semejantes a los grandes como Microsoft, Sony y Nintendo. Sin embargo, lentamente estos competidores se salen de la carrera y son adquiridos por compañías más grandes, que poseen lo que se llama "economía de escala", es decir, la capacidad de dominar y alterar el mercado por su tamaño.

Una compañía que se ha salvado de este destino es Valve, que comenzó como un estudio de juegos, pero que justamente se pasó a la distribución digital y es uno de los grandes competidores en dicho mercado; otro ejemplo es Epic Games y su tienda, alimentados por el dinero de Fortnite. En un punto, toda compañía, para sobrevivir, debe dejar el espacio de la mera producción de juegos y pasarse a mercados más amplios, controlando aspectos estructurales de la economía. Esto ha pasado con todos: Sony hacía arroceras y radios, Microsoft programas en cintas perforadas, Nintendo cartas para juegos de azar. Es sólo con la expansión y consolidación en otras áreas que se convirtieron en fuerzas económicas más que en micronegocios.

VIDEO: MONOPOLIO: la nueva guerra entre Xbox y PlayStation - BITS

Ahora bien, es obvio que el mercado de consolas se acerca cada vez más a ser un "triunvirato", y en el caso de las consolas más potentes, a ser un duopolio. ¿Pero será monopolio? Por un lado, Phil Spencer ha asegurado en repetidas ocasiones que no le interesa una guerra de exclusivas, pero esto no sólo es por su generosidad, sino porque la compañía puede encarar problemas legales si lo intenta. Por otro lado, curiosamente, Sony también se ha comportado como monopolio: por ejemplo, al subir los precios en los mercados que domina de lejos. Pero este movimiento también está basado en la debilidad estructural de Sony, que necesita compensar su desempeño más débil en otras áreas al pasarle factura a los gamers.

Microsoft está en una posición curiosa: cada vez es más fuerte en teoría, pero no puede hacer un uso agresivo de sus recursos porque esto le traería acusaciones de monopolio efectivo. Por otro lado, Xbox es fuerte en Norteamérica, pero por alguna razón no domina el resto de los mercados. Y para acabar con lo irónico de la situación, tanto Microsoft como Sony están perdiendo ante Nintendo. Por lo tanto, la realidad es que la competencia sigue, y el mercado ha alcanzado una situación de equilibrio. Pero... ¿seguirá siempre?

Es imposible saber quién ganará la guerra al final. Pero lo que es claro es que los estudios ya casi no tienen lugar como competidores, salvo si se pasan al mercado más ambicioso de la distribución, como Valve. En cuanto a la guerra de consolas, es posible que al final todo dependa más de quién dominará la era de la Nube. Y en eso, quizás Microsoft tiene la ventaja. El resultado de sus inversiones se verá quizás en 2 generaciones, si es que la tecnología no está allí. Por ahora, lo importante es ver cómo se mueven las piezas en el tablero, es decir, entender el mercado.

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