Estamos a poco tiempo de vivir nuevamente E3, y tanto rumores como especulación se apilan con cada día transcurrido. La edición 2012 se perfila para ser considerada una de las más prominentes de últimos años. De todos sus componentes, la expo se caracteriza principalmente por envolvernos en una atmósfera de expectativa ante los emocionantes anuncios de grandes distribuidoras y sus impactantes juegos, pero desde que cambió su formato en 2007, la tremenda fiesta a la que se daban cita todas las personalidades de la industria, se convirtió en un evento un poco más corporativo, sin perder su magia y mucho menos su relevancia. Hasta el año pasado los anuncios dejaron de ser del todo sorpresa y las verdaderas sorpresas no resultaban tan impactantes porque en realidad lo que buscaban muchos desarrolladores era dar continuidad a conceptos y franquicias existentes, de las que, además, no se esperaba menos. E3 2012 podría ser diferente, en particular porque se pronostica una nueva generación de consolas liderada en temporalidad por Wii U y por la necesidad de nuevas propiedades intelectuales o los indicios de que la industria está en puerta de otro paso de evolución. Aunque aún si se conjugan todos los elementos para que la convención más importante del entretenimiento del pixel regrese a sus tiempos de gloria, hay desarrolladores que se perderán el momento, sea porque no tienen algo que mostrar o simplemente no están interesados. De Valve a Blizzard, pasando por Rockstar, Bungie y Atari, los ausentes de este E3 tienen sus razones para no asistir, pero más allá de que profundicemos en causas y panorama de la negativa, vale la pena analizar si en verdad se mantendrán al margen o si se trata de complicado hermetismo para proteger un anuncio inminente en el que tomarán parte. Veamos cada caso.
Atari
Si hubiera que elegir un representante de E3 dentro del fluctuante club de desarrolladores y distribuidoras que han subsistido en la industria a través de los años, sin duda ese sería Atari. Esto no sólo por su legado como pionero del entretenimiento del pixel, al cual se deben bastantes honores aún cuando la naturaleza de la compañía es diferente a la que tenía hace 30 años, sino a que cada año, desde los origines del evento, el estandarte con el logo de la compañía adorna la entrada del centro de convenciones de Los Ángeles. Más memorable que la insignia de la ESA Entertainment Software Association que organiza el evento e incluso de mayor tradición que los logotipos de Sony y Microsoft, la imagen de Atari se consideraba unida de por vida a E3, aun cuando la relevancia actual de la compañía en lo que refiere a propuestas de entretenimiento sea menor. La sorpresa de su ausencia fue enorme.
Los detalles respecto a la ruptura son ínfimos, aunque suficientes. La administración de Atari señala que la decisión de abstenerse de asistir se tomó bajo el entendido de que el evento ya no satisface las necesidades de ventas y mercadeo que requiere el distribuidor, tanto para la siguiente entrega de Ghosbusters, como para Champions Online y otros títulos. Ahora, la ausencia sólo refiere a un lugar dentro del piso de exhibición, pues los ejecutivos de la compañía estarían atendiendo citas y otros menesteres con el resto de las distribuidoras y estudios. Directivos de la ESA defendían la convención ante detractores que argumentaban que E3 no hace lo suficiente por apelar al mercado móvil, social y masivo en línea; la decisión de Atari podría ser otro síntoma de esta disyuntiva, y no sería el primero, pues NCsoft que también se había animado a mostrar sus juegos en E3, decidió retirarse, llevándose Guild Wars 2.
Respawn
Hace un año estábamos seguros de que los sucesores de Infinity Ward, que formaron Respawn, no mostrarían al mundo su siguiente proyecto, pues así lo habían declarado semanas previas a E3. Al parecer la historia se repetirá, pues estos visionarios, que regresaron al abrazo de un renovado Electronic Arts o al menos más saludable que cuando abandonaron al distribuidor una década atrás, rechazan toda participación en el evento.
Para Electronic Arts no es un problema grave, después de todo se conserva como uno de los exponentes más prominentes, con un vasto catálogo de títulos que mostrar, entre los que se cuenta Dead Space 3, Medal of Honor: Warfighter y Need for Speed: Most Wanted 2, entre varios más, y una cada vez más robusta oferta para el mercado móvil. La inversión en el trabajo de Respawn se antoja sustancial, sin embargo, puede que exista la concesión de dar al estudio más tiempo del acostumbrado, en apoyo por los líos legales que enfrenta con Activision. Después de todo, si Vince Zampella y Jason West, con su equipo de trabajo reciben la suma solicitada de más de $500 millones de dólares, quedarían en una posición más cómoda, tanto para invertir en su proyecto como para ser más holgados con las bonificaciones iniciales. Es una situación en la que ganarían Respawn y Electronic Arts, claro, suponiendo que el panorama corresponda. Como sea, no es justificación para que eviten dar trazas más claras de la naturaleza del juego, del diseño, enfoque y estética, así como atributos de la mecánica, posible fecha de lanzamiento u otros aspectos que por ahora, quedan en plena especulación.
Bungie
Bungie solía ser sinónimo de Microsoft en E3, pero desde que el estudio se convirtió en agente libre y dejó las riendas de Halo a 343 Industries, su participación en esta fiesta ha sido nula. Poco se ha sabido de sus planes a futuro, fuera de la asociación con Activision y el que esté trabajando en una franquicia de ciencia ficción que se extenderá por varios años y numerosas entregas. Por supuesto, Destiny es una de las apuestas más importantes para la compañía de Bobby Kotick, que a reserva del éxito o decadencia de Call of Duty, podría imponerse como una nueva fuente de fanatismo.
Voceros de Bungie admiten que al igual que hace un año, el estudio permanecerá fuera de E3, manteniéndose como visitantes convencionales que deambulen entre los booths. Tomando en consideración lo celoso que es Activision con sus propiedades, resultaría desconcertante que permita que el proveedor de tan prometedor título ni siquiera asista a la convención más importante del año, en especial porque hubiera sido la oportunidad perfecta para hacer un anuncio oficial que compense la falta de seriedad. Para presentar información no haría falta que se involucre Bungie, pero entonces el problema sería que el estudio dice que además de no participar en actividades no hará anuncios en torno a Destiny. Tanto hermetismo y el que todos los datos de su próximo proyecto se revelaran por medio de documentos legales causa sumo desconcierto, y hasta daría a pensar que hay problemas o que el producto es tan masivo que tardará más de la cuenta y aún no es adecuado presentarlo.
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